El Gobierno presentará este lunes el proyecto de ley para cobrar un impuesto especial a la renta inesperada, según pudo saber Infobae de fuentes oficiales. La presentación será realizada por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán.
De esta manera, el Poder Ejecutivo buscará volver a mostrar gestión tras el recambio ministerial de este fin de semana, que le costó el lugar a Matías Kulfas al frente del Ministerio de Desarrollo Productivo. El proyecto de renta inesperada había sido anunciado por Guzmán a principios de abril y tuvo unos dos meses de trabajo técnico.
La definición inicial dada por el ministro de Economía asegura que apuntarán a aquellas ganancias “extraordinarias” que no responden a un incremento de la inversión sino al efecto del shock internacional de precios que provocó la guerra en Ucrania.
Con la presentación de la ley de renta inesperada el Poder Ejecutivo buscará volver a mostrar gestión tras el recambio ministerial de este fin de semana, que le costó el lugar a Matías Kulfas al frente del Ministerio de Desarrollo Productivo
En términos generales, se trataría de una alícuota sobre la renta que no se corresponda con incrementos en la inversión sino que tenga como explicación el salto de precios internacional. “Es un un conjunto de empresas que tienen ganancias netas imponibles altas en términos absolutos”, explicó el ministro Guzmán. Esas ganancias deberían ser superiores a los $1.000 millones en el año.
Según el jefe del Palacio de Hacienda, se trata de una “fracción muy pequeña”, de empresas. En ese sentido, rem
Además, Guzmán aseguró que “la ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en 2022 en relación con 2021″ y que “el resultado ordinario (el margen de ganancia) también tiene que ser anormalmente elevado en 2022″, para que las empresas sean consideradas dentro del impuesto. Por otra parte, dijo que “se incluirá un criterio en que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión el monto de la contribución será menor”. Como “zanahoria” plantea que tendrán un descuento de ese gravamen quienes reinviertan esas utilidades inesperadas.
“Se está dialogando de forma constructiva para conformar un proyecto de ley que esté bien fundado y que tenga solidez. lo que se busca es redistribuir ingresos inesperados por la guerra y que no tengan que ver con la inversión o la producción”, afirmaron cerca de Guzmán. Los contactos de tipo técnico no son solo con el sector privado sino dentro del propio Gobierno.
En términos generales, se trataría de una alícuota sobre la renta que no se corresponda con incrementos en la inversión o de la productividad sino que tenga como explicación el salto de precios internacional
El panorama para ese trámite legislativo puede ser complejo para una iniciativa nacida en el Palacio de Hacienda. Guzmán y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa tuvieron un cruce público reciente por el reajuste del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, lo que terminó por apurar la decisión de Economía de activar esa actualización del tributo.
La iniciativa que busca cobrar renta inesperada ya recibió cuestionamientos de cámaras empresarias. La Asociación Empresaria Argentina (AEA) criticó esa idea. “La Argentina debe volver a retomar la senda del desarrollo económico y social sostenible. Para ello resulta esencial generar las condiciones para que las pequeñas, medianas y grandes empresas puedan concretar inversiones que generen empleo y hagan crecer la producción y las exportaciones. La creación de nuevos impuestos -como el recientemente anunciado ‘impuesto a la renta inesperada’- va en la dirección opuesta a lo señalado. En la Argentina ya están en vigencia 165 impuestos y la carga tributaria sobre el sector formal de la economía es muy elevada y ha crecido fuertemente en los últimos 20 años, superando holgadamente el promedio de la región”, señaló AEA.
Por su parte, horas después del anuncio de Guzmán representantes sectoriales y regionales de la Unión Industrial Argentina manifestaron su preocupación por la posible creación de una alícuota adicional a las empresas. En la reunión de la Junta Directiva de la entidad, se analizó “cómo afectará a la inversión un nuevo incremento en la presión tributaria sobre el sector formal de la economía y el impacto negativo que tendrá en la actividad y el empleo”.