La Justicia, siguiendo la Ley de Defensa de los Consumidores, ordenó que la Dirección General de Escuelas (DGE) indemnice con más de 100 mil pesos a la familia de un niño de primer grado que, el día antes de cumplir 6 años, fue golpeado durante un recreo por tres chicos de segundo grado.
La agresión -un típico caso de bullying escolar- se produjo en el colegio Videla Correas de Ciudad y le dejó al menor lesiones físicas y psicológicas. El 16 de mayo de 2012, P. V., un chico de primer grado, salió a uno de los recreos y dos alumnos de segundo grado lo sujetaron de los brazos, dejándolo indefenso ante otro chico que le dio un puntapié en la zona abdominal alta que lo dejó en el suelo. Los médicos le diagnosticarían “traumatismo abdominal con colección líquida”.
Tras el incidente la madre del chico golpeado inició una demanda por daños y perjuicios contra la DGE, solicitando el pago de 28 mil pesos. Desde la DGE contestaron la demanda sosteniendo que el alumno fue golpeado “durante una reyerta” y negaron que los docentes encargados de cuidar a los chicos no estaban durante el recreo. También sostuvieron que las lesiones no podían considerarse como graves y que no dejaron secuelas.
Defensa del Consumidor
El fallo de primera instancia (y por lo tanto, apelable), firmado por María Paula Calafell, jueza del Décimo Juzgado Civil, toma como base la Ley de Defensa de los Consumidores.
Es que cuando un padre manda a un chico a un colegio, público o privado, celebra un contrato que obliga al propietario del establecimiento educativo a ser responsable frente a los daños causados o sufridos por sus alumnos menores cuando estén bajo el control de la autoridad, salvo que se pruebe un caso fortuito.
Es por esto que la jueza actuante desestimó el argumento ,oficial de que la paliza se produjo durante una reyerta porque aun cuando la víctima tuviera algo de culpa, los docentes del colegio debían protegerlo. A la hora de fijar el monto de la indemnización la magistrada consideró, por el rubro incapacidad sobreviniente, la suma de 60 mil pesos, ya que los médicos constataron que el golpe le produjo al chico “traumatismo abdominal, esplenomegalia leve y colección líquida intestinal”, según el fallo.
Esta lesión derivó en secuelas como palpitación abdominal, leve dolor y tumefacción, además de trastornos del sueño, cefaleas, mareos, angustia y fobias y un estrés postraumático que le generó una incapacidad parcial y permanente.
Por gastos médicos y tratamiento psicológico la jueza estableció un monto de 9 mil pesos, y por daño moral 25 mil pesos. Esto suma un total de 64 mil pesos, a los que hay que adicionar los intereses, por lo que la cifra final al presente supera el monto de 100 mil pesos.
“Evidentemente el accidente en la escuela ha provocado en el menor una lesión a su existencia y su integridad psicofísica, espiritual y social, ha implicado un menoscabo en su bienestar general que debe ser resarcido”, establece el fallo.
Un problema escolar
Según la organización Bullying Sin Fronteras, Mendoza está entre las provincias con más casos de denuncias de bullying. La problemática no es ajena al gobierno escolar, que, en agosto pasado, realizó unas jornadas de capacitación denominada “Mendoza libre de bullying”.
En la ocasión María Zysman, referente en tema a nivel nacional e internacional, afirmó: “Los chicos involucrados en situaciones de bullying cambian su forma de ser y de estar en relación a como estaban antes. Si eran chicos muy adaptados por ahí se empiezan a meter para adentro, se retraen, se inhiben, se quejan; y los que hacen bullying no encuentran otro camino para encontrarse en el mundo social que ejerciendo poder sobre los demás”.
Fuente: Los Andes