El Gobierno de Alberto Fernández analiza por estas horas impulsar un plan de estabilización que pueda frenar la inflación, que se estabilizó en torno al 7% mensual hace tres meses, ante pedidos directos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para ponerle freno a la problemática.
Con el ministro de Economía, Sergio Massa, en Washington (EEUU) por la Asamblea Anual conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), el propio Gobierno hizo trascender sin dar detalles que evalúa un plan de shock para cortar con la inercia inflacionaria a partir de noviembre.
Esa estrategia podría contemplar, según los datos que salieron de despachos oficiales, un congelamiento de precios de las mil empresas productoras de alimentos, bebidas y artículos de consumo masivo –con severas multas para quien no lo cumpla-, también de salarios, y del tipo de cambio y las tarifas por noviembre, diciembre, enero y febrero.
Pero al margen de que por ahora se habla de una "evaluación", hay quienes señalan que el Gobierno está decidido a impulsarlo porque las medidas macro no están impactando en la inflación.
En ese marco, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, envió un mensaje directo al corazón de la gestión Fernández. Aunque en el Gobierno aseguran que la idea de un "plan de shock" fue acordada ya entre Massa y la funcionaria internacional cuando se reunieron el 12 de septiembre en Washington.
"Nuestro compromiso es con el pueblo de Argentina. Y lo que espera el pueblo de Argentina es que su gobierno se tome en serio la necesidad de reducir la inflación para proporcionar una plataforma para acelerar el crecimiento, y eso es lo que apoyamos con nuestro programa", afirmó ayer Georgieva durante la conferencia de presentación de la Asamblea Anual del FMI y del Banco Mundial que tuvo lugar ayer por la mañana en la ciudad de Washington.
En cuanto a la posibilidad de un plan para congelar precios, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, dijo que "no tenemos para anunciar o para decir en cuanto a posibles medidas". Sin embargo, en los pasillos de Casa Rosada también se descartaban cambios en el sistema cambiario o la posibilidad de un "dólar Qatar" que finalmente se terminó aplicando.
Además, Cerruti indicó que "lo que hay son paritarias donde hay una legítima puja". En ese sentido, destacó que "la meta es que la brecha entre los salarios y la inflación sea la mejor posible".
Lo cierto es que en el Ejecutivo están preocupados por el avance de los sindicatos más fuertes en las negociaciones para conseguir aumentos por encima del 100%, lo que podría traer consigo una complejo escenario para la economía.
Según publicaba ayer el diario Ámbito Financiero, Sergio Massa tiene previsto "comenzar a convocar a empresarios y sindicalistas para acordar un sendero gradual de reducción de precios y salarios", tras las gestiones que realiza esta semana en los Estados Unidos, señaló una alta fuente oficial.
El Palacio de Hacienda evalúa que los últimos resultados obtenidos en materia de gestión económica permitirán un marco más adecuado para discutir "una baja progresiva de la inflación". La fuente destacó la palabra progresiva, ya que "se descarta un congelamiento de precios".
¿Senda correcta?
El director del Departamento Occidental del FMI, Ihlan Goldfajn, consideró ayer que "si la Argentina continúa implementando el programa acordado y se hace en forma sostenida, gradualmente permitirá conducir al país hacia la senda correcta" para bajar la inflación.
- Avance con Club de París y viaje clave de Massa
Sergio Massa avanzó ayer en Washington en las negociaciones con el Club de París para renegociar la deuda por U$S 2.400 millones, durante un encuentro que mantuvo con su secretario general, Emmanuel Moulin, y programa un viaje a Francia a fines de octubre para rubricar el entendimiento.
"El acuerdo está casi cerrado. Hay muy buenas perspectivas. Se está programando un viaje a Francia para el 27 y 28 de octubre", expresó Massa a Télam y otro grupo de periodistas a la salida de una de las reuniones del equipo económico en Estados Unidos, en el marco de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
El objetivo de la Argentina -señalaron fuentes del equipo económico- es negociar una refinanciación de la deuda de U$S 2.400 millones a partir de una extensión de los plazos de repago, una reducción de la tasa de interés -que actualmente es del 9% anual-, y la incorporación de los U$S 430 millones ya abonados en dos pagos en febrero de 2022 y julio de 2021.
La tasa de interés del 9% obedece a una penalidad por la demora en la que incurrió el gobierno de Mauricio Macri al final de su mandato, y que podría ser rebajada para cuando se selle el acuerdo en octubre.
Massa salió exultante de la reunión que tuvo lugar en las instalaciones del FMI, en la que estuvo acompañado por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el responsable de las negociaciones con los organismos y quien lleva la letra chica del acuerdo; el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna; el jefe de asesores Leonardo Madcur y el director del Banco Central, Lisandro Cleri. También se lo vio al director argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y al asesor en asuntos internacionales, Gustavo Martínez Pandian.