Washington (corresponsal). El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional aprobó formalmente este miércoles el acuerdo Stand by para la Argentina, por lo que se liberará el primer desembolso por US$15.000 millones del total de 50.000 millones que serán prestados. El resto será de carácter “precautorio”, por lo que podría ser liberado más adelante, si las autoridades lo solicitan.
Según un comunicado emitido por el FMI tras la reunión de los directores ejecutivos de los países miembros, la decisión del board “permite a las autoridades realizar una compra inmediata de USD 15.000 millones (equivalentes a DEG 10.614 millones, o 333% de la cuota de Argentina). La mitad de ese monto (USD 7.500 millones) se destinará al respaldo presupuestario”. Agrega que “el monto restante del respaldo financiero del FMI (US$ 35.000 millones) estará disponible a lo largo de la duración del acuerdo, supeditado a exámenes trimestrales a cargo del Directorio Ejecutivo. Las autoridades han anunciado la intención de girar contra el primer tramo del acuerdo, pero posteriormente tratarán el resto del acuerdo con carácter precautorio”.
Los miembros del Directorio señalaron que el acuerdo “busca reforzar la economía del país restableciendo la confianza del mercado mediante un programa macroeconómico coherente que reduce las necesidades de financiamiento, encauza la deuda pública argentina por una trayectoria descendente firme y afianza el plan de reducción de la inflación mediante metas de inflación más realistas y el fortalecimiento de la independencia del banco central”.
También, y en línea con lo que vienen diciendo los últimos días el Directorio destacó que “el plan incluye medidas para proteger a los segmentos más vulnerables de la sociedad manteniendo el gasto social y, en caso de que las condiciones sociales desmejoraran, abriendo margen para incrementar el gasto en la red de protección social argentina”.
La aprobación formal del board era el último paso burocráticopara que se desembolsara el préstamo que la Argentina viene negociando desde hace más de un mes con los técnicos del FMI. El programa tuvo enseguida un fuerte apoyo de la directora ejecutiva, Christine Lagarde, y de los países que más aportan al organismo, como Estados Unidos, Alemania, Japón, China, Gran Bretaña y Francia, cuyo voto tiene gran peso en el directorio.
El propio presidente Mauricio Macri había hablado con la mayoría de los líderes de estos países –a varios de ellos los vio en la reciente cumbre del G7 en Canadá—y ellos le habían garantizado su voto positivo.