Mercedes Tomasa San Martín y Escalada, ‘Merceditas’, nació el 24 de agosto de 1816. Por su padre, José de San Martín, los mendocinos festejan el día del padre el 24 de agosto y no el tercer domingo de junio. Alegan, desde que se aprobó en 1986 la ley provincial que así lo instituye, que hasta 1958 esa era la fecha en que se homenajeaba a todos los padres en todo el territorio argentino y no en junio. Este jueves, a instancias de los senadores mendocinos, desde el radicalismo a La Cámpora, lograron aprobar la media sanción de una norma que reestablece esa fecha a partir del próximo año. Y estalló la pelea con los comerciantes, con la Cámara del Juguete liderando un debate por la competencia entre padres y niños por la coincidencia de festejos en el mismo mes.
Alternativamente legisladores mendocinos venían insistiendo con proyectos parecidos. Esta vez el que se consensuó fue el del ex vicepresidente y senador Julio Cobos, que incluso acordó con la camporista Anabel Fernández Sagasti. Excepto el senador pampeano justicialista Daniel Lovera, todos los presentes votaron a favor.
Pregunta un colaborador de Cobos a Infobae: ¿Por qué se festeja el día del padre en junio? La respuesta la da el senador: "Ese día se rinde homenaje al padre norteamericano John Bruce Dodd quien había criado él solo a nueve hijos. Queremos cambiar y recuperar la tradición de festejar el día de padre en honor al General San Martín. Como cuyano es un orgullo resaltar la figura del General, no sólo como estratega militar y Padre de la Patria, sino fundamentalmente como ejemplo de valor a imitar y conductas a seguir".
Y agrega que "a pesar de sus obligaciones y compromisos con la liberación de nuestra América, Don José de San Martin dedicó tiempo en la enseñanza de su hija y a la formación de valores. Como lo ha sido durante décadas y seguramente lo seguirá siendo, en todas las escuelas del país se enseñan ‘las Máximas’ que el General dejó a su hija, verdaderas guías y referencias morales. Esperemos que pronto la Cámara de Diputados lo convierta en ley".
Hoy le contesta, con críticas, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, fundadora del día del niño en 1959. La Cámara alerta que, de convertirse en ley, "implicaría la destrucción de millones de puestos de trabajo tanto en la industria como en el comercio, generando el cierre de fábricas, importadores, distribuidores, comercios mayoristas y minoristas no sólo asociados a la venta de juguetes sino además de calzado, vestimenta, electrodomésticos, turismo, entre otros".
"El Día del Niño no puede ser cambiado ya que ha demandado casi 60 años en ser instaladas en el inconsciente colectivo. De aprobarse el cambio de fecha del día del padre al mes de agosto, esto alteraría el orden de las ventas asociadas a estas fechas, dado que todas tienen una correlación que permite a todos los sectores (industria, comercio, turismo, colegios) poder desarrollar sus actividades a lo largo del año de manera equilibrada. Asimismo, se verían afectadas las conmemoraciones en el calendario escolar, los materiales educativos, las campañas publicitarias, los destinos turísticos y en definitiva, los usos, costumbres y tradiciones que están arraigadas en la sociedad y deben ser respetadas", salió al cruce Matías Furió, presidente de la CAIJ.
Y esta vez, aunque suele ser contemplativo con la política económica, alertó que las consecuencias serían más graves "dado el delicado contexto económico que si bien muestra signos de recuperación, aún se hace necesario recuperar el poder adquisitivo de la gente como para que dos fechas tan relevantes en el calendario comercial puedan "competir".
Y pidió que la Cámara de Diputados trate proyectos de ley dirigidos a fortalecer el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, comercios "y que generen empleo en vez de destruirlo como el proyecto del Senador Cobos". Y concluyó que "el legislador, en lugar de afectar al trabajo nacional debería ocupar su tiempo en pensar como generar mayor empleo".
Fuente: Infobae