La tensión financiera continuó ayer sobre los mercados en Argentina el día después del anuncio de un audaz plan para extender los vencimientos de deuda privada y con el FMI por unos 100.000 millones de dólares, que requerirá acuerdos con el organismo multilateral, el Congreso y los bancos. 

Tras amenazar con otra corrida en la apertura del mercado cambiario, el dólar -que llegó a cotizar por encima de los 62 pesos- cerró a $60,30, solo 13 centavos por encima del valor del miércoles, según el valor promedio elaborado por el Banco Central. En tanto, en el Banco Nación, la divisa estadounidense se mantuvo sin cambios ya que cerró al mismo valor del día anterior: $60. Mientras, que en el segmento mayorista, el dólar retrocedió 0,35% respecto del miércoles y finalizó en $57,90, en una jornada en la que el Banco Central convalidó una suba de 3,22 puntos porcentual en la tasa de interés de las Leliq, al quedar en 78,20% promedio.

Mantener a raya el precio del dólar siguió requiriendo la intervención del Banco Central pero con una intensidad sensiblemente menor que la del miércoles, con la venta de U$S 223 millones.

Otro elemento diferenciador fue que ayer no se llevó a cabo la tradicional subasta por un total de U$S 60 millones que la entidad monetaria realiza a diario en nombre del Tesoro.

A pesar de que el Banco Central vendió 1.623 millones de dólares al mercado cambiario desde las primarias del 11 de agosto para contener la demanda de la divisa, el peso se ha depreciado 21,71% en ese período. 

La jornada financiera, sin embargo, volvió a golpear fuertes a los activos argentinos en Wall Street donde los bonos, títulos y acciones volvieron a derrumbarse hasta un 13%.

También hubo otra jornada negra para la Bolsa de Comercio porteña donde el índice Merval, que mide el desempeño de las acciones de las principales empresas, bajó 5,79%. Ninguna de las empresas líderes cerró con alzas en sus acciones y la que estuvo más cerca de alcanzar cifras verdes fue YPF (-0,01%). Mientras tanto, los títulos que perdieron mayor valor fueron los de Transportadora Gas del Norte (-13,03%), Grupo Supervielle (-10,45%) y BBVA (-9,41%).

Pero lo que sigue sin encontrar techo es el Riesgo país. El índice del banco de inversión J.P. Morgan escaló 204 puntos básicos a 2.276 unidades, reflejando la mayor preocupación de los inversores sobre un "default selectivo" de Argentina. El mercado sigue desconfiando pese a las afirmaciones del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, sobre que el nuevo plan apunta sólo a prolongar los plazos de pago de la deuda privada y no implica ninguna pérdida para los inversores.

"Seguimos siendo cautelosos", dijo el banco Citi en un informe. "Si bien creemos que se han abordado las necesidades de financiamiento a corto plazo, la incertidumbre política sigue siendo alta". 

La iniciativa para reprogramar deuda con el FMI también ejerció más presión de venta en las operaciones europeas sobre los bonos en dólares de Argentina emitidos bajo la ley extranjera. 

Según IHS Markit, el costo de asegurar la exposición a la deuda del país se disparó a 4.247 puntos básicos en el mercado de swaps de incumplimiento crediticio (CDS) a 5 años. 

La Comisión Nacional de Valores informó que la prolongación de la deuda a corto plazo se aplicaría a inversores institucionales y no a individuos, buscando aliviar el nerviosismo de las personas que apostaron a esos instrumentos. 

Sin embargo, algunos bancos se vieron colmados por clientes inquietos por sus ahorros.

Se derrumbaron las acciones y los títulos. El Riesgo país saltó hasta los 2.276 puntos.