La cotización del dólar a nivel minorista retrocedió ayer 2,64% respecto a la víspera, al cerrar a un promedio de $42,26, en una jornada en la que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) convalidó una fuerte suba en la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq) -que se ubicó apenas por debajo del 60%- luego de que la divisa estadounidense alcanzará el jueves pasado una nueva marca récord de $43,41.
En el mercado mayorista el dólar cayó $1,30 y cerró en $41,20, en una jornada en la que el volumen de negocios rondó los 600 millones de dólares.
La tasa promedio de las Leliqs (las letras que se colocan en bancos con la intención de absorber pesos) quedó en 57,894%, tras las dos subastas que concretó el Banco Central en las que convalidó una tasa promedio de 56,765% en la primera y de 59,061% en la última. El monto total adjudicado en ambas operaciones fue de $206.192 millones.
El dólar minorista finalizó con un descenso de $1,15 en comparación con el cierre del jueves, según el promedio que realiza a diario el Banco Central.
En la práctica, el BCRA ofreció Leliq a siete días de manera desdoblada con dos subastas durante la rueda. El objetivo, indicó la entidad, fue ‘mejorar la señal de política monetaria y calibrar con más precisión la liquidez del sistema’.
La apertura de la primera licitación fue a las 11:30 y las posturas se aceptaron hasta 10 minutos después. En esa compulsa, la tasa subió a 56,76%, por encima de los 51,86% de la subasta del jueves.
La segunda fue a las 14:15 y las posturas se tomaron hasta las 14:25. En esa licitación, la tasa promedio fue de 59,06%. Según el BCRA, la tasa promedio total del día fue de 57,89% y el monto adjudicado fue de $206.192 millones.
La tasa ponderada en el día fue de 57,89%, con alza de seis puntos porcentuales respecto del jueves. Se trató del mayor aumento de los rendimientos desde el 30 de agosto de 2018, cuando la tasa de política monetaria subió 15 puntos porcentuales, de 45 a a 60 por ciento.
Con este movimiento, el BCRA que preside Guido Sandleris debió desandar todo el agresivo recorte de los tipos de interés que había activado en febrero, frente a la evidencia de una aceleración de la inflación.
Amílcar Collante, del Centro de Estudios del Sur, explicó: ‘El Banco Central puede retirar pesos de la economía para que no se dispare el dólar y eso lo hace a través de este instrumento. Lo que varió fue que lo hizo en dos tramos. A cambio los bancos le dan los pesos y lo que busca sacarle combustible al tipo de cambio’.
‘La plata de los bancos es de los ahorristas, que la ponen en plazos fijos, y después ellos la invierten en Leliq. Si el BCRA hacía una sola licitación, la tasa iba a resultar muy alta. En dos tramos, el BCRA tiene el dato de cómo viene el dólar durante el día’, sostuvo. Además, agregó que, por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el Central puede intervenir de forma indirecta, por eso acudió a este mecanismo.
Federico Furiase, economista de Eco Go, dijo que el objetivo del BCRA es que ‘al desdoblar tiene poder de reacción con la tasa. Lo que quieren generar es mejorar el mecanismo de transmisión de la política monetaria y dar liquidez’, manifestó.
‘Esto es una muestra de preocupación y de que la prioridad es que el dólar no dé malas noticias. Desde el comienzo de este programa monetario, la inflación se movió por delante del dólar. Ahora hay un reacomodamiento porque la inflación es más alta de lo esperado. Para que el salario le gane a la inflación, el dólar tiene que viajar por detrás de la inflación’, expuso.