El 70% de las muertes súbitas se produce dentro de casas, clubes, parques o en la calle pero fuera de los hospitales, por lo que para reducir su impacto es clave un plan para el acceso público a desfibriladores y que la población no médica se entrene en técnicas de rehabilitación cardiopulmonar (RCP).
Así lo indicaron especialistas en la Semana de Lucha contra ese mal que provoca 40.000 fallecimientos por año en Argentina, y que se conmemora entre el 21 y el 27 de agosto.
‘La muerte súbita es un deceso inesperado no traumático ni violento (como un accidente u homicidio) sin síntomas previos o presentes en la hora anterior al evento. Puede darse en personas que no sabían que tenían una enfermedad o que conocen que tienen una insuficiencia cardíaca pero están en tratamiento y se sienten bien‘, dijo a Télam el cardiólogo Roberto Peidro, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
El especialista afirmó que ‘aunque está presente en todas las edades, la prevalencia es mayor a medida que aumenta la edad porque la principal causa es la enfermedad coronaria; entonces aunque tiene más prensa cuando el evento sucede en deportistas jóvenes, la realidad es que son los casos menos frecuentes‘.
Peidro recordó que en los menores de 35 años existen por lo general causas genéticas y congénitas como la cardiopatía hipertrófica, anomalías de las arterias coronarias o alteraciones eléctricas como el síndrome del QT largo, entre otras.
‘Existe una prevención primaria que implica impedir que el evento suceda. En esa prevención está hacerse un chequeo médico que incluya un cardiólogo, para detectar cualquiera de las anomalías mencionadas antes, y controlar otros valores que inciden sobre la enfermedad coronaria como la presión arterial, el colesterol o la diabetes‘, describió.
En cuanto a los riesgos, el especialista evaluó que en el caso de las enfermedades coronarias se reducen con hábitos saludables, como evitar fumar, tener una alimentación rica en frutas y verduras, sin grasas, y realizar ejercicio físico. ‘A pesar de lo abrupto del proceso, los estudios indican que cinco de cada diez pacientes que sufrieron una muerte súbita tuvieron síntomas previos.
Entre los signos de alerta podemos citar: desmayos repetidos, palpitaciones fuertes y dolores en el pecho‘, explicó Silvio Luis Aguilera, director médico de Vittal, una empresa privada de emergencias.
Al describir el cuadro de muerte súbita, Aguilera señaló que ‘la persona afectada se desploma, pierde la conciencia, deja de responder, de respirar normalmente y pierde el pulso‘.
Frente a este situación, ambos especialistas indicaron que si alguien cae inconsciente, lo primero que hay que hacer es llamar al 107 o al número local de emergencias médicas y comenzar rápidamente las maniobras de RCP, además de ubicar si existe un desfibrilador externo automático (DEA) cercano y enviar a alguien a bucarlo.
‘Se calcula, por cada minuto de demora en comenzar el procedimiento, se pierde un 10 por ciento de posibilidad de sobrevida y más allá de los 5 minutos, la probabilidad se reduce considerablemente‘, indicó Aguilera.
Por su parte, Peidro explicó que el DEA es un aparato ‘que puede utilizar cualquier persona siguiendo las instrucciones que el propio equipo va indicando‘ y describió que ‘lo que hace este desfribilador es aplicar una descarga eléctrica según su propia lectura‘.
Debido a la alta prevalencia de muertes súbitas por fuera del ámbito hospitalario, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) impulsa desde hace años la existencia de un plan de acceso público a DEA, ‘que deberían estar presentes con personal entrenado en todos los espacios con mucha concentración de gente como los estadios, los clubes, las escuelas, los shopping, etc.