La renuncia de Martín Guzmán volvió a dejar en evidencia la inestabilidad del cargo de ministro de Economía como una constante a lo largo de la historia argentina, al punto que solamente dos titulares de la cartera pudieron completar un período presidencial y hace setenta años que nadie lo puede lograr.
El último ministro de Hacienda que lo consiguió -en tiempos en los que el Ministerio aún no se llamaba "de Economía- fue Ramón Antonio Cereijo, quien acompañó a Juan Domingo Perón en los seis años completos de su primera presidencia, entre el 4 de junio de 1946 y el mismo día de 1952.
En toda la historia de los presidentes argentinos, desde Bernardino Rivadavia hasta Alberto Fernández, sólo hubo otro caso como el de Cereijo: Domingo Salaberry, entre el 12 de octubre de 1916 y 1922, en la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen.
Otro caso que podría sumarse es el de José Alfredo Martínez de Hoz, quien secundó desde el primer al último día al dictador Jorge Rafael Videla (del 29 de marzo de 1976 al mismo día de 1981), pero por tratarse de una gestión de facto no puede ser considerado un mandato.
Después de dos años, seis meses y veintidós días al frente del Ministerio, Guzmán no pudo superar la denominada "maldición de Cereijo" y finalmente elevó a 103 la nómina de titulares del Palacio de Hacienda que no pudo completar un mandato presidencial completo de seis o cuatro años.
Golpes de Estado: fue el motivo que impidió la continuidad de Enrique Pérez Colman en la segunda Presidencia de Yrigoyen (1928-1930) y de Pedro José Bonanni, también en una segunda Presidencia, en este caso la de Perón (1952-1955). En los otros derrocamientos (Ramón Castillo, Arturo Frondizi, Arturo Illia, María Estela Martínez de Perón), ya se habían concretado cambios en la titularidad del ministerio antes del golpe de Estado. De ahí la lista es larga y la tendencia continúa aún hoy.