Grupos vinculados al kirchnerismo, organizaciones sindicales, sociales, dirigentes, funcionarios del Poder Judicial y juristas se movilizaron ayer frente al Palacio de Tribunales y reclamaron la "democratización de la justicia".
"Van a quedar en la historia como la peor Corte Suprema que hubo", dijo el juez del Tribunal Oral Criminal 29, Juan María Ramos Padilla, uno de los organizadores de la marcha, y manifestó que los integrantes del tribunal "se tienen que ir hoy porque no van a poder sostener la mirada a un argentino de bien".
Desde el escenario montado en la porteña Plaza Lavalle, Ramos Padilla dijo que "el pueblo se merece jueces en la casa de la justicia".
La convocatoria, que fue apoyada con manifestaciones en Río Negro y Jujuy, comenzó a las 18 y sobre el final se leyó un documento elaborado por los organizadores.
La marcha del 1F contra la Corte contó con la presencia del exvicepresidente kirchnerista, Amado Boudou, además del sindicalista Omar "Caballo" Suárez y del exdiputado Facundo Moyano. La protesta fue convocada por Juan María Ramos Padilla y Luis D"Elía. Las actrices kirchneristas Cristina Banegas y Luisa Kuliok leyeron el documento que consensuaron todas las organizaciones que llamaron a marchar contra la Corte Suprema.
"Salimos a la calle para exigir que esta Corte se vaya. Para exigir el fin del Lawfare, las causas armadas", sostuvo el documento. "Esta Corte se tiene que ir porque permitió la sistemática persecución de los servicios de inteligencia y el Gobierno macrista", agrega el texto que leyeron Banegas y Kuliok.
Los organizadores de la marcha pidieron también la libertad de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, condenada y procesada en múltiples causas de corrupción y violencia, hoy detenida con prisión domiciliaria en Jujuy.
Ayer arrancó el año judicial de 2022 con clima de reclamos, en medio de la tensión que dejó expuesta el Gobierno de Alberto Fernández con el máximo tribunal. El kirchnerismo espera respuestas de la Corte Suprema en las causas contra Cristina Kirchner o Milagro Sala, al grito de "lawfare".
- El apoyo de los oficialistas
La marcha, bautizada como "1F", también recibió apoyos expresos del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y del de Seguridad, Aníbal Fernández. Pero además se unió uno de los principales hombres de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el gobierno: Juan Martín Mena, número dos del ministerio de Justicia, quien dijo que le parecía "sano y necesario" que la gente se pronunciara en una marcha.
El colectivo judicial kirchnerista "Justicia Legítima", que encabeza Cristina Caamaño, también se sumó a la convocatoria. A pesar de que integrantes del Poder Ejecutivo apoyaron la marcha, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, había señalado: "El Gobierno no toma postura sobre la marcha del 1 de Febrero, pero cree, en relación al sistema de justicia, que es necesario una reforma integral para mejorar la justicia argentina".
No obstante, el lunes por la noche, en una entrevista con C5N, Alberto Fernández manifestó: "La marcha de mañana es una marcha ciudadana. Cada poder se expresa por un instrumento.
Nadie tiene que molestarse porque un número "x" de ciudadanos vaya y reclame a la Justicia que los actos de Gobierno no se están adecuando a la Justicia. Nadie tiene que molestarse con eso. Es más, tendrían que prestar atención y corregir lo que hay que corregir".