El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, aseguró ayer que el país sigue apostando por un esquema de tipo de cambio flotante y no planea adoptar el régimen de convertibilidad de "un peso igual a un dólar" que se estableció en la década de 1990.
"Argentina ha adoptado un esquema de cambio flotante que con diversas variantes es el que va a mantener este Gobierno", aseveró el ministro con lo que intentó despegar las dudas sobre la posible dolarización de la economía.
Al exponer en la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados y ante una consulta del peronista Diego Bossio, Dujovne dijo que "no se puede adelantar" el resultado de las gestiones que se están realizando con el Fondo Monetario Internacional tendientes a adelantar parte del acuerdo por 50.000 millones de dólares.
De todos modos el funcionario dijo que "conocerán el resultado mucho antes de que se vote el Presupuesto", que el oficialismo aspira a sancionar en la última semana de octubre.
Dujovne fue consultado por el diputado peronista Diego Bossio por unas declaraciones vertidas la pasada semana por el asesor de la Casa Blanca Larry Kudlow, en las que señaló -según se hicieron eco medios argentinos- que "la única forma que tiene la Argentina de salir del dilema es atar su moneda, el peso, al dólar" y que "la gente del Tesoro" ya está "en eso".
"En relación a comentarios del Tesoro de EEUU, la Argentina no está embarcada en ningún esquema monetario de las características que se mencionan. Son comentarios particulares del Tesoro de EEUU", destacó el ministro.
"Le quiero transmitir a todos los argentinos que no hay ningún cambio en el esquema monetario que va a plantear Argentina hacia adelante, más allá de detalles técnicos específicos", agregó.
En la década de 1990, durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999) se estableció la Ley de Convertibilidad entre el peso y el dólar, principalmente para luchar contra la hiperinflación desatada al final de la Presidencia de Raúl Alfonsín (1983-1989). Pero ese modelo acabó a inicios de 2002 tras la grave crisis económica que padeció el país, en la que se instauró el corralito bancario.
Bossio también indagó al ministro sobre el acuerdo con el FMI. Quiso saber si el Ejecutivo está negociando una ampliación de ese préstamo "por 15.000 o 20.000 millones de dólares".
"En relación a la negociación con el FMI lo que puedo decir es que la estoy efectuando en pleno uso de mis facultades. No puedo adelantar cuál es el resultado de la negociación que estamos teniendo, que va a ser comunicada en próximos días y seguramente la van a conocer mucho antes de que se vote el Presupuesto de la nación", concluyó.
Dujovne presentó el lunes el Presupuesto para 2019, que contempla una caída del crecimiento de la economía del 0,5%, una inflación del 23%, un aumento de los gastos sociales del 32%, y un déficit primario en equilibrio.
Bossio también consultó al ministro sobre los motivos por los cuales la Argentina paga hoy de intereses de la deuda "el 18,8% de los recursos cuando hace tres años era del 6,6%". En ese sentido, Dujovne también detalló que "los intereses han aumentado puesto que la Argentina tiene déficit y está financiando ese déficit con endeudamiento".
El dólar bajó casi un peso: cerro a 38,97
El dólar se desplomó 2,8% y perforó los $39 por reaparición de oferta privada. El billete cayó con fuerza en bancos y agencias de la city porteña, según el promedio. Sin ventas del Central después de varias ruedas, la cotización fue presionada por una mayor oferta de privados, alentada por las altas tasas en pesos, un día después de que Hacienda licitara Lecaps (con retornos del 50% anual). El blue, en tanto, cedió 50 centavos a $39.
La clave del día fue la importante reaparición de la oferta privada, tanto local como del exterior que hizo retroceder el valor de la divisa por debajo de los $39. El billete oficial en el Banco Nación cerró en $38,97 casi un peso menos que la rueda anterior.
La fuerte baja, la más importante desde principios de mes, tuvo lugar un día después de la exitosa licitación de Lecaps por parte de Hacienda, que logró absorber (con tasas del 50%) gran parte de los pesos que había liberado el BCRA tras la segunda etapa de su plan que busca desarmar la "bola" de las Lebac.
En el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), en tanto, la divisa se hundió un 2,6% o $1,01 a $38,20, después de tocar un mínimo de $37,60, a media mañana. Ese nivel "desorientó a los operadores del mercado, que no esperaban tan brusco movimiento del valor de la divisa contra la moneda doméstica", explicaron en las mesas. El total operado cayó un 30% hasta los U$S 484,8 millones.
"Los ingresos de divisas y el desarme de posiciones destinados a armar carteras de inversión en activos en pesos recrearon un escenario de otras épocas y justificaron la fuerte caída experimentada por el dólar en el segmento mayorista", analizó un operador en la city porteña.