Un proyecto de la agencia nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca incorporar drones que lancen moscas esterilizadas con tecnología nuclear, en un nuevo esfuerzo de su lucha contra insectos que transmiten enfermedades, como el tse-tse, portador de la llamada ‘enfermedad del sueño‘, que afecta tanto a humanos como a animales.

Este método es muy similar al usado en San Juan y el resto del país para combatir la denominada ‘mosca de los frutos’. Aquí, anualmente se liberan millones de moscas estériles en avión en distintos vuelos sobre los departamentos seleccionados previamente. Esta tarea está a cargo del Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos (Procem). Estos insectos se producen en la bioplanta que tiene la provincia. El año pasado, la temporada arrancó con una producción de 20 millones de moscas estériles con las que también se proveyó a la Patagonia.

Como parte de este proyecto, se esterilizan a los machos con dosis bajas de radiaciones.

Al sur de Etiopía, un dron autónomo soltará en una primera etapa, desde unos 200 metros de altura, pequeñas cajas abiertas con moscas previamente esterilizadas con tecnología nuclear.
El método, que existe ya desde hace décadas, consiste en esterilizar a los insectos macho para que se apareen, sin producir descendencia, con las hembras infectadas y reducir así de forma paulatina la población de estos animales.

La novedad consiste en el uso de un dron que, construido por la empresa Embention, tiene bajo sus alas dos tubos dotados con un mecanismo para soltar las cajas biodegradables en los lugares indicados.

Esa empresa -de capitales mayoritariamente españoles- se especializa en la construcción de aeronaves no tripuladas y se sumó al proyecto de la ONU luego de ganar un concurso que buscaba abaratar costos y evitar las dificultades legales que imponen la aviación civil.

‘Usar drones es mucho más barato que usar una avioneta en países como Etiopía‘, señaló David Benavente, fundador de Embention. Agregó que la inédita técnica ‘es mucho más exacta‘ que la que arroja los insectos desde otro tipo de aeronaves, sobre todo, por la velocidad y altura a la que vuelan los drones.

El empresario comentó que con lo que se ahorra en Etiopía, el proyecto piloto podría aplicarse en fases primarias en otros lugares y con otras especies: con mosquitos estériles y la misma técnica, se puede combatir otros virus peligrosos como por ejemplo el zika, el dengue o la chikunguña, presentes en Argentina.

Con solo 25 kilos de peso y una capacidad de soltar unas 5.000 moscas en cada vuelo, el aparato cuesta hasta 15 veces menos que las avionetas tripuladas utilizadas hasta ahora.
La ‘enfermedad del sueño‘ afecta en Etiopía tanto a humanos como a animales y tiene graves efectos sobre la economía y la sociedad. A los animales, la tse-tse les provoca además ‘nagana‘, una enfermedad que los deja muy débiles y les impide colaborar en las tareas agrícolas.

El dron está programado para recorrer un máximo de 300 kilómetros a 200 metros de altura, nivel considerado como espacio aéreo ‘no controlado‘, por lo que no debería haber ninguna avioneta que entorpezca el recorrido. Malavasi estima que estas pequeñas aeronaves estarán listas para su uso generalizado ‘en algo más de un año‘. Efe y Télam