En los últimos minutos de ayer una nena de tres años fue rescatada tras caer a un pozo de unos 24 metros de profundidad en el partido bonaerense de Florencio Varela. Policías y bomberos participaron del rescate de Vanesa, que vivió unas cuantas horas de angustia en una casa quinta de la zona.

El hecho se inició cerca de las 17.30 de ayer en una predio rural de unas diez hectáreas, donde trabajan horticultores. El jefe de los Bomberos Voluntarios local, Marcelo Tucci, dijo que la víctima vive en ese lugar y que el pozo "está a unos 20 metros de la casa".

Los rescatistas podían ver cómo se movía la víctima, de nombre Vanesa, a través del contacto que establecieron mediante una fibra óptica que habían bajado al fondo de la cavidad, al igual que un arnés con el que pudieron engancharla para traerla de vuelta a la superficie.

Según vecinos, la niña jugaba con amigos cuando cayó en el pozo de agua de unos 30 centímetros de diámetro y entre 21 y 24 metros de profundidad. El pozo habría sido destapado ayer para encarar una obra hidráulica.

Tras la caída, arribaron al lugar efectivos de la policía de Florencio Varela, bomberos voluntarios y ambulancias del hospital local, que participaron en las tareas de rescate en el pozo, situado a unos 300 metros de la entrada al predio.

Poco después de las 19, el gobernador bonaerense Daniel Scioli, se presentó en la quinta junto al ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, y el jefe de la policía, Juan Carlos Paggi, a quienes se los vio junto a la madre de la niña, que permanecía arrodillada junto al pozo, tratando de contener y calmar a su hija. "La niña está asustada, sola y pide que la vayan a buscar", señalaba Tucci mientras observaba que la nena se estaba moviendo durante las horas del rescate.

Los rescatistas montaron una especie de centro de operaciones a bordo de un camión policial en el que colocaron una pantalla que transmitía las imágenes captadas por la fibra óptica bajada al pozo y que mostraban los movimientos de la niña.

El gobernador Scioli pensaba que el rescate iba a ser "muy difícil porque el diámetro (del pozo) es muy angosto". "Estamos viendo su manito y su cuerpo", expresaba en momentos del rescate.

El gobernador y el jefe de bomberos explicaron que la maniobra del arnés era "compleja" ya que la corta edad de la niña dificultaba que lograra engancharse al mismo por sus propios medios. "No puede bajar otra persona", señalaba Scioli, quien también precisó que en el trayecto hasta la niña había un tubo de por medio que obstaculizaba las maniobras.

Sobre la posibilidad de cavar un "pozo paralelo" para llegar hasta la niña, el gobernador temía porque "los expertos dicen que es muy riesgoso por las características del suelo" y por eventuales desmoronamientos.

Scioli manifestó que, durante el rescate, "se le bajó un tubo de oxígeno" a la niña mientras permanecía en el pozo "con el cuerpo recostado". Además agregó que "a veces’ estuvo "muy activa, a veces grita". La pequeña se encontraba en buen estado de salud, aunque golpeada por la caída.

Los bomberos voluntarios y equipos de rescatistas buscaron hasta última hora de anoche mantener despierta a la niña, quien era alimentada con agua y mamaderas de leche y alentada por su madre desde la boca del pozo.