Luego del sorpresivo y brutal ataque a Israel, se dieron a conocer varios testimonios de argentinos que han sobrevivido y el lamento de los seres queridos de los fallecieron o han desaparecido con la toma de rehenes por parte del grupo terrorista palestino Hamas. Luis Rotman es un sanjuanino que hace tiempo vive en un kibutz (es una comuna agrícola israelí) que fue creado hace 70 años entre argentinos y uruguayos, llamado Ein Hashalosbá (en hebreo: עין השלושה), ubicado en la región occidental del desierto del Neguev en Israel. Está bajo la jurisdicción del Concejo Regional Eshkol. En 2017 tenía una población de 396 habitantes..

Luis contó cómo se enfrentó a balazos con los terroristas que irrumpieron en el kibutz. Asegura que a las 6 de la madrugada del sábado, lo despertaron las alarmas que suenan cuando hay bombardeosa. "Vivo solo y al despertar me fui a una habitación que es un búnker creado por el Gobierno para que nos protejamos de los misiles, ya que vivimos cerca de la Franja de Gaza", comenzó.

Luego de unos minutos, salió de ese lugar, se preparó un café y al ingresar al baño, vio por el ventilete que había unas personas que estaban rompiendo la ventana de sus vecinos. Escuchó que hablaban en árabe y no dudó en gritarles que salieran de ahí. "Me lanzaron una ráfaga de tiros. Tuve suerte porque la ventana de mi baño es muy chica. Yo les devolví fuego", dijo aún conmovido por lo que vivió.


Posteriormente, dijo que recorrió cada rincón de su casa y al mirar por las ventanas se dio cuenta que el kibutz estaba sitiado por terroristas, "intentando entrar en las casas" de sus vecinos e inclusive la suya.

Volvió al búnker y pensó en qué hacer. Explicó que estaba armado y pese a su miedo, decidió salir: "Pensé mucho en qué hacer. No soy valiente. En ese momento tenía mucho miedo, pero dije ‘o son ellos o soy yo’ y salí". 

Confesó que "cuando intentaron entrar en mi casa, abrí fuego". "Ellos dejaron inmediatamente la casa. A uno de ellos le di en el ‘culo’, no creo haberlo matado, estaba muy nervioso", sentenció.

Finalmente, salió de su casa al ver que sus vecinos estaban en peligro se dio cuenta de algo que lo movilizó aún más: "Noté que el tubo de gas estaba perforado. Ellos le dieron a la garrafa para que estallara pero no sucedió. En ese momento me di cuenta que nací de nuevo. Dios me ha regalado una nueva vida".

Del mismo modo lamentó que esa misma metodología que con él no funcionó, provocara la muerte de una vecina, también argentina, quien falleció producto de la explosión de una garrafa.

Luego fueron evacuados hasta tanto ls fuerzas israelíes retomen el control de la zona y garanticen la seguridad.