La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró ayer que el Gobierno y la Justicia trabajan para determinar la identidad de los tres extranjeros detenidos el sábado pasado, acusados de supuestamente ‘planificar un atentado terrorista en territorio argentino’.

Se trata de tres ciudadanos presuntamente de origen sirio y libanés, cuyas identidades están siendo investigadas ya que tenían en su poder pasaporte con distintos nombres por lo que se está cruzando datos a nivel internacional para determinar sus nombres reales.

Uno de los detenidos tiene nacionalidad siria, aunque portaba pasaportes de Venezuela y Colombia a su nombre.

Los detenidos fueron indagados y quedaron bajo investigación de la justicia, que buscará determinar el objetivo de su visita al país y el contenido de una encomienda de 35 kilogramos procedente de la República de Yemen, con destino a uno de los domicilios donde se iban a alojar los investigados a solo dos cuadras de la embajada de israel en Buenos Aires.

En la indagatoria, uno de ellos se presentó como periodista free lance, otro dijo ser jugador (campeón) de ping pong y el tercero peluquero; mientras que los tres negaron tener vínculo con el supuesto armado de un ataque terrorista. Por estas horas, los investigadores intentaban determinar si existe vínculo entre ellos y si verdaderamente si planeaban un atentado terrorista.

Bullrich indicó que la pista que llevó a los arrestos provino de ‘una información de inteligencia brindada por una conjunción de elementos’, aportados ‘tanto por EEUU como de Israel’, y ‘una información que recibió un miembro de Gendarmería por parte de Colombia’, donde se formó en antiterrorismo. La causa está siendo investigada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, a cargo de la jueza María Servini.

Las detenciones se producen en momentos en que se realiza en el país la XV edición de los Juegos Macabeos Panamericanos, que reúne a más de 4.000 atletas de la comunidad judía de todo el mundo.

Argentina sufrió dos atentados terroristas en 1992 y 1994, ambos contra entidades judías que dejaron casi 100 muertos.