Siete policías fueron apresados ayer por la tarde en el marco de la causa en la que se investiga la muerte de cuatro jóvenes tras una persecución y choque en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte, luego de que se determinó que una de las víctimas presentaba un impacto de bala calibre 9 milímetros, el mismo que utilizan los efectivos.
El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, aseguró además que dispuso la separación del cargo de estos siete policías y de otros cinco, entre ellos el superintendente que tiene a su cargo la zona de la colisión del auto en que viajaban las víctimas.
Fuentes de la fuerza informaron que los principales detenidos son el capitán Rubén Alberto García y el oficial Leonardo Daniel Ecilape, quienes iban a bordo del patrullero que persiguió al Fiat Spazio en el que viajaban los fallecidos Camila López (13 años), Danilo Sansone (13), Carlos Aníbal Suárez (22) y Gonzalo Domínguez (14).
También fueron detenidos el oficial subinspector José Alfredo Domínguez, los oficiales subayudantes Mariano Ibáñez y Cristian Righero, y los oficiales de policía Manuel Monreal y Juan Gutiérrez, dijeron los informantes.
Todos fueron aprehendidos por personal de la misma fuerza en sus respectivos domicilios de Monte, excepto dos que residen en un pueblo cercano, tras lo cual, los trasladaron a la ciudad de La Plata para su alojamiento en una dependencia a designar.
"El fiscal (Lisandro Damonte) ha considerado prudente proceder rápidamente a la aprehensión para poder hacer las investigaciones y que no haya entorpecimiento o una eventual fuga", explicó ayer el procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, quien previamente confirmó que uno de los chicos fallecidos presentaba "un orificio de bala en un glúteo". "También se ha confirmado que ese orificio se corresponde con un arma de 9 milímetros, compatible con el arma que utiliza la Policía de la provincia de Buenos Aires", detalló.
Por su parte, una adolescente de 13 años que también iba en el auto que chocó pero sobrevivió, continuaba ayer internada en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, en estado crítico y con asistencia respiratorio mecánica.
El hecho investigado ocurrió cerca de la 1 del lunes último, cuando cinco jóvenes a bordo de un Fiat Spazio gris chocaron contra un acoplado estacionado al costado de la ruta nacional 3, a la altura de San Miguel del Monte, unos 115 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires, mientras eran perseguidos por un móvil policial.
Mientras los pesquisas procuran determinar por qué los efectivos iniciaron esa persecución, Hugo, un tío de Suárez, el joven que conducía el auto, contó que hace un mes, agentes locales le exigieron dinero a su sobrino como coima porque no tenía en regla los papeles del vehículo y que desde entonces "estaba marcado". Por ello, los investigadores no descartan que Suárez evitó a los policías porque suponía que podían volver a exigirle dinero.
Télam