Un religioso fue víctima de un ataque antisemita en el barrio porteño de Flores y dijo que su agresor le gritó que la “única solución” era “quemar las sinagogas”, y afirmó que con el golpe que recibió le quedó “la oreja colgando”. El ataque, ocurrió el sábado en la puerta del templo de la Comunidad Israelita Ortodoxa.
