El hallazgo del cadáver de un niño de dos años al costado de la ruta 11, en las afueras de Miramar, continúa arrojando detalles espeluznantes.
Así, según publica el diario web 0223, el informe preliminar de la autopsia determinó que los pies y las manos del cuerpo fueron seccionados por un elemento cortante y no por animales salvajes, como se conjeturó en un momento.
Además, el cadáver –cuyos órganos fueron extraídos– había sido despojado de todas sus piezas dentales, lo cual dejaría a la prueba de ADN como única posibilidad de identificación.
POCAS PISTAS
La muerte dataría de más de 10 días atrás y la causa aún no pudo determinarse a raíz del mal estado del cuerpo, lo cual también imposibilitó por ahora que se identificara el sexo.
Otro detalle que llamó la atención de los forenses fue la presencia, en la nuca del niño, de un corte profundo que había sido suturado rudimentariamente.
Como el cadáver no tenía ninguna prenda, ni tampoco estaba envuelto en algún tipo de manta, se piensa que fue arrojado al arroyo La Totora, cercano al lugar del hallazgo, de donde lo extrajo una jauría de perros.
MÁS ENIGMAS
"Hay ciertas circunstancias y detalles que prefiero esperar, pero es un horror lo que se le ha hecho a la criatura", le detalló espantada la fiscal Ana María Caro a 0223.
La funcionaria judicial afirmó también que no existen denuncias por averiguación de paradero de niños de esa edad en General Alvarado o Mar del Plata, y que se extendió la búsqueda al Departamento Judicial de Necochea, donde también arrojó resultados negativos.
"Se va a seguir extendiendo la búsqueda a otros lugares", remarcó Caro. "Sin perjuicio de eso pensamos que si el chiquito tiene esa edad y no tenemos novedad, puede tener que ver con la proximidad de la familia que está implicada en esto".