*De Los Andes

La polémica en Mendoza por la muestra “8M- Manifiestos Visuales” expuesta en el Espacio de Arte del Rectorado de la UNCuyo escaló en un hecho de violencia. Ayer por la tarde, un grupo de unas 50 personas ingresó a la sala y destruyó la muestra organizada por la Secretaría de Extensión de la Facultad de Arte y Diseño, que había sido denunciada por “violencia simbólica sobre signos religiosos cristianos” por algunos docentes y alumnos de la propia universidad y cuestionada por la Pastoral social del Arzobispado de Mendoza.

El Consejo Superior de la UNCuyo tenía previsto debatir estos cuestionamientos y la misma continuidad de la muestra en la sesión prevista para este miércoles. Antes de eso, las autoridades de la casa de altos estudios harán hoy la denuncia correspondiente por el ataque en el espacio de arte.

La muestra, que se califica como “feminista”, exponía diferentes obras. Las cuestionadas eran puntualmente dos. Una, la crucifixión de una mujer desnuda pero con cabeza de animal. Otra, una vagina que aparenta ser una imagen de la Virgen.

Estas imágenes generaron polémica al interior de la UNCuyo y en la comunidad religiosa mendocina. Asi, el fin de semana ya se conocían reclamos por entender que ejercía “violencia simbólica sobre signos religiosos cristianos”.

Con la polémica lanzada, ayer por la tarde, cerca de medio centenar de personas se reunió en el hall del anexo del Rectorado y rezó -muchos con rosarios en las manos- frente a las obras. Además, alguien al que se identificó como “profesor Giaquinta” invocó a San Miguel Arcángel para “romper el demonio de la blasfemia” e invitó a que lo acompañaran a rezar en latin lo que denominó un exorcismo “sacramental” ante lo que llamó “blasfemia oficial instituida por la autoridad” de manera de “quitar el de monio de la blasfemia”.

Fue después de esto que un grupo menor de personas, en su mayoría jóvenes, arremetió contra las obras y comenzó a destrozar las piezas. Las dos cuestionadas -de las artistas Cristina Pérez y Paula Funes- quedaron despedazadas en el piso, pero también fueron atacadas otras.

Según trascendió, tras el incidente, llegaron algunos artistas a preguntar quién se iba a hacer cargo de pagar el valor de las obras. Asimismo, en declaraciones a Canal 9, la decana de la Facultad de Artes, Laura Braconi consideró como “inadmisible” lo ocurrido calificándolo como un “ataque vandálico a la expresión artística” e indicando que “no hay que ejercer violencia sobre las obras de arte”.

Hay que saber que el eventual replanteo del Rectorado se debe a que recibió unas 4.000 firmas contrarias a la muestra entre docentes, estudiantes y padres. Al parecer ante los destrozos se suspendió dicha intención.

La muestra de arte en conmemoración al Día Internacional de la Mujer que dio lugar a numerosas críticas además del rechazo por parte de la Arquidiócesis de Mendoza fue defendida por Sergio Rosas, secretario de Extensión y Articulación Social de la Facultad de Artes y Diseño.

“No queremos ni podemos censurar las obras de los artistas porque, justamente, alentamos la libre expresión y, además, representan trabajos que hablan de la lucha de las mujeres en la actualidad”, puntualizó, para señalar que la ola de críticas tiene origen en la “fragmentación y sesgo de la información con el agravante del uso de las redes sociales”.

Dijo que las obras muestran imágenes de la mujer reproductora o con su genitalidad expuesta como producto de un recorrido y una investigación que demandó más de un año y que fue aprobada por el Consejo Superior.

“Como gestor cultural la finalidad de todo esto es llevar las producciones de la Facultad de Artes a la comunidad, a la vida. La función es didáctica y social”, dijo.

Finalmente, sostuvo que la mayoría de los visitantes no se detuvieron a leer los epígrafes que acompañan cada obra, de modo que no conocen el argumento del artista ni la función que cumple a partir del dispara.