Los compañeros y familiares de Pablo Flores, el chofer asesinado en la localidad de Virrey del Pino, realizaron una caravana para acompañar sus restos, desde Isidro Casanova donde se encuentra la casa velatoria, hasta el cementerio Lar De Paz, en González Catán.
Entre los vehículos se encontraba la unidad número 1 de la línea 218 con el que Flores salía a trabajar pero que no utilizó en el momento, ya que tenía desperfectos técnicos. Cuando fue atacado por los delincuentes que terminaron con su vida, él conducía la unidad 75.
De la caravana participaron autos particulares así como otras unidades de las seis líneas que están a cargo por la empresa Almafuerte. El auto de la funeraria pasó por una de las centrales ubicada sobre la Ruta 3.
Pablo Flores tenía 28 años, era padre de dos hijas, fanático del rock y de su trabajo. En la noche del jueves, un sujeto se puso al lado de él mientras conducía, y según los testigos, sin medir palabra, abrió fuego contra el hombre con un disparo en la cabeza, causándole la muerte de manera inmediata.
Hay muchas hipótesis sobre el caso así como de la descripción física del atacante que todavía no fue detenido. Según el testimonio de una persona con identidad reservada, la Fiscalía de San Justo ya descarta la idea de un robo.
Durante la tarde de ayer, sus compañeros cortaron la Ruta 3 y dispusieron de un paro hasta el lunes en reclamo de mejores medidas de seguridad que les permita trabajar con tranquilidad.