Días atrás, la llegada a Buenos Aires de la directora para las Américas del Foreign Office, Kara Owen, convirtió a esta capital en el escenario de un inédito encuentro: en la residencia que conduce hoy Mark Kent, los embajadores británicos de toda la región mantuvieron una de sus reuniones periódicas en las que se evalúan cuestiones relativas a su política internacional.

 

Que fuera en este país ya es un hecho que marca el cambio de “clima”. Entre tanto, Owen también hizo su ronda de encuentros bilaterales locales, uno de ellos con el presidente provisional del Senado, Enrique Pinedo, quien si bien tiene un nivel de representación en materia diplomática que va por una vía distinta al canal diplomático de Estado de la Cancillería, le pidió formalmente a Owen que transmita al gobierno de su país un pedido para que autorice una ruta directa de vuelos privados entre Ezeiza y Mount Pleasant, que hagan escala en Comodoro Rivadavia.

 

En dicho encuentro estuvo el embajador Kent, y tanto él como Owen tomaron nota del mensaje. Pinedo ya había dejado planteado a sus pares británicos en la última internacional interparlamentaria que se hizo en Moscú, en noviembre.

 

Según supo Clarín, la Cancillería está al tanto de las gestiones del senador. Sin embargo, el Ejecutivo marcha ahora, sobre la letra del comunicado conjunto firmado con Gran Bretaña el año pasado. En este se establecieron una serie de puntos sobre la relación bilateral incluyendo cuestiones relativas a las islas: pesca, hidrocarburos, desarrollo y vuelos.

 

Actualmente, Buenos Aires y Londres se encuentran embarcadosen una búsqueda de aerolíneas, en Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay que quieran viajar a las Malvinas, y hagan una escala por mes en alguna ciudad argentina. Ello debe estar cerrado para octubre de este año. Para muchos esta esta es una meta magra teniendo en cuenta el reclamo de soberanía, concesión alta para los británicos e isleños. Es un esquema similar al vuelo de Latam de los sábados desde Punta Arenas con su escala mensual en Río Gallegos.

 

Curiosamente, este domingo 4 marzo, un vuelo de la empresa privada argentina American Jet, charteado por la empresa Aeropuertos Argentina 2000 viajará desde el aeropuerto de San Fernando a Mount Pleasant, Malvinas, con las 88 placas con los nombres de los soldados enterrados en Darwin y que fueron identificados el año pasado tras un complejo análisis del Comité Internacional de la Cruz Roja, y el Equipo Argentino de Antropología Forense. En Darwin hay 230 tumbas argentinas, algunas con varios restos, 121 de ellas -con 122 restos- que estaban sin identificar desde el fin de la guerra. A fines de 2017 se informó la identificación de 88 restos tras un cruce de datos de familiares. Y esta semana se sumó uno más: el soldado Ofelio Victor Avalos.

 

Por otro lado, el 26 de marzo en dos aviones de la empresa Los Andes -también pagados por Aeropuertos Argentina 2000 como la construcción de las placas-, viajarán desde Ezeiza a las islas entre dos y tres familiares de los 88 identificados. Estarán sólo un día en Darwin. Y allí podrán hacer su encuentro con las tumbas de sus queridos, ya con nombre y apellido.

 

Que sea American Jet la empresa que viaja no es mera coincidencia. Con base en Neuquén y dedicada sobre todo a los servicios empresarios, el año pasado logró del gobierno que le concedieran dos rutas a Malvinas y viceversa.