Cinco aviones Super Étendard, destinados a la Armada Argentina y adquiridos por el Gobierno nacional a Francia, fueron descargados ayer en el puerto de la ciudad de Bahía Blanca, en el sur bonaerense.
Los cinco aviones se encontraban entre otras cargas a bordo del buque "Lily Auerbach", de bandera liberiana, que había amarrado el viernes pasado en el Muelle Multipropósito Ingeniero Adoni Irazusta, de la Terminal de la firma Patagonia Norte, en Ingeniero White.
Fuentes del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB) informaron ayer a la agencia oficial de noticias Télam que "los cinco aviones fueron descargados a través de grúas y distintas maquinarias para llevar a cabo las tareas de logística dispuesta en el lugar".
"Los aviones que se encontraban con sus alas plegadas y cubiertos con nylon de color verde para su protección, quedaron en uno de los playones de la Terminal Patagonia Norte", agregaron.
Según se indicó, también fueron descargados repuestos, bancos de prueba y un simulador destinado al adiestramiento de los pilotos. Los aviones tienen un largo aproximado de 14 metros y 10 de ancho y un peso promedio de 6,5 toneladas.
Una vez que se lleven a cabo distintos trámites, entre los cuáles se encuentran los aduaneros, los aviones serán trasladados a la base Aeronaval Comandante Espora, ubicada en las afueras de Bahía Blanca, se informó. Por su parte, fuentes del Ministerio de Defensa indicaron que los aviones "se incorporarán a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque del Comando de la Aviación Naval".
Los aviones de combate fueron adquiridos en 2017, luego de que fueran desprogramados por la Marina de Francia, junto a un lote de repuestos que permitirá ponerlos en operaciones a la flota de esas naves que ya posee el Comando de Aviación Naval.
La operación tuvo un costo cercano a los 12,5 millones de euros, y fue rubricada por el ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad. La adquisición de estos aviones -se explicó entonces- forma parte de la recuperación de capacidades defensivas de la Argentina.
La llegada de los "SUE" (tal la denominación militar de estos aviones) viene a insuflar una bocanada de aire fresco para la operatoria de la aviación naval, severamente diezmada en los últimos años por la obsolescencia del material existente y una nula política de renovación de unidades.
De hecho, en la actualidad, el grueso de la flota aérea de la marina está integrada por un par de aviones de exploración turbohélice, uno de reconocimiento, uno antisubmarino, un par de unidades de entrenamiento básico y varios helicópteros.
Télam