La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ratificó ayer por segunda vez después del cacerolazo que en su gestión no se va a ‘dejar provocar‘ por quienes quieren ‘retornar al régimen ultraconservador que destruyó la Argentina‘.

Si bien no aludió a ningún hecho puntual, la jefa de Estado pareció dirigirles esta parte de su discurso a distintos sectores que en las últimas semanas mostraron su descontento con algunas políticas del Gobierno. ‘Tenemos que ser inteligentes, sensatos y tranquilos frente a las provocaciones que algunos quieren hacer para volver a retornar al régimen ultraconservador que arruinó a la Argentina‘, dijo la presidenta al inaugurar una planta de la firma Laminados Industriales SA, en Villa Constitución, Santa Fe.

Al advertir el actual escenario económico internacional, la mandataria pidió a los trabajadores ‘sensatez‘ en los reclamos, ya que ‘vivimos un momento cada vez más complicado‘. Además, criticó la dureza de algunos dirigentes sindicales porque ‘ellos nunca se quedan sin trabajo‘. Y agregó que ‘hoy la manutención de trabajo es la garantía que vamos a seguir adelante en este modelo que no es un proyecto de un partido político, es el proyecto de un país policlasista‘.


Con Bonfatti

El gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, pidió ayer a la presidenta el ‘aval‘ de la Nación para la zona franca de Santa Fe, con un aporte de 50 millones de pesos. Al compartir el acto con la jefa de Estado, el gobernador no hizo ninguna referencia a los últimos cruces entre el socialismo y el kirchnerismo en torno a las investigaciones judiciales por presunto relación entre autoridades de la Policía santafesina y el narcotráfico.