El Tribunal Oral Criminal 1 de Morón, Buenos Aires, ordenó ayer que el cura condenado por pederasta Julio César Grassi siga en libertad, pero le prohibió el ingreso a la Fundación Felices los Niños. El fallo de los jueces Luis Andueza, Jorge Carrera y Mario Gómez rechazó el pedido de detención de Grassi que habían formulado los abogados del querellante. Así, Grassi podrá seguir disfrutando de la libertad y viviendo en una espaciosa casa a pesar de estar condenado a 15 años de prisión, hasta que ese castigo sea ratificado por la Suprema Corte de Justicia bonaerense o, eventualmente, la Corte Suprema de la Nación. El pasado martes 14, el Tribunal de Casación bonaerense ratificó la condena dictada el 10 de junio de 2009 por 2 hechos de abuso sexual agravado y corrupción de menores en perjuicio de un joven que estaba bajo su guarda en la fundación que dirigía Grassi. Tanto los abogados de la querella y la fiscalía habían reclamado la inmediata detención de Grassi en base "al peligro de fuga por el monto de la pena de 15 años" y por considerar que la libertad del cura es un "acto de desigualdad" por la gran cantidad de arrestados por delitos mucho más leves. En ese sentido, el abogado querellante Jorge Calcagno aseveró que "no hay igualdad ante la ley" y comparó el caso de Grassi con el del sacerdote Héctor Pared y el del músico bailantero Marcelo "Chelo" Torres, ambos condenados por abusos sexuales y que cumplen arresto en prisión. Además el abogado precisó que "Grassi tiene 15 años confirmados por casación" y agregó que "hay un peligro de fuga y fugarse del país es una cosa bastante simple". Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal señaló que "la lógica indica que con una condena en primera instancia y confirmada en segunda, su beneficio de excarcelación quedaría agotado".