La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) lanzó ayer oficialmente un paquete de medidas impositivas a favor de las pymes que prevé el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en forma trimestral, la obtención de certificados de exclusión automáticos y una suba en los umbrales que derivan en las retenciones de IVA e Impuesto a las Ganancias.

De esta manera, el organismo conducido por Alberto Abad le dio curso a esta serie de ‘medidas ejecutivas, de rápida aplicación‘, que se complementarán en una segunda tanda a través de un proyecto de ley con incentivos a inversiones.

El organismo tributario elevó en 400% el monto mínimo a partir del cual se retiene el Impuesto a las Ganancias y a 135% en el caso del IVA, tributo este que las pequeñas y medianas empresas podrán pagar trimestralmente sin intereses, en vez de mensualmente como hasta ahora.

El aumento de los topes fue informado a través de un comunicado en el que se destaca que se trata de “nuevos beneficios que mejoran el capital de trabajo” de las pymes.

Ambas medidas -que alcanzan a los responsables inscriptos en IVA, tanto personas físicas como jurídicas- significan menos retenciones para ese segmento empresario, lo que a su vez “permitirá absorber los saldos a favor que pudieran tener originados en esas retenciones”, explicó el organismo.

El paquete de beneficios incluye la simplificación de los mecanismos para obtener el certificado de exclusión de retenciones, ya que las microempresas deberán demostrar como único requisito dos meses consecutivos de saldos a favor de libre disponibilidad.

Para el resto de las pymes se reduce a la mitad el requisito de la proporción de los saldos a favor de libre disponibilidad sobre el promedio de IVA determinado en los últimos 12 meses (antes 20%, ahora 10%).

La resolución 3.878 de la Administración Federal de Ingresos Públicos, publicada ayer en el Boletín Oficial, no sólo permite un mayor plazo para la liquidación del IVA, flexibiliza todo lo referido a la obtención de certificados de exclusión de retenciones y percepciones por la acumulación de saldos de libre disponibilidad.

En cuanto a la nueva modalidad de vencimiento del IVA, entrará en vigencia a partir de junio y las declaraciones juradas se seguirán presentando mensualmente aunque el pago se podrá hacer en septiembre, una vez que se acumulen tres presentaciones ante el fisco.

El beneficio para los contribuyentes por el diferimiento del IVA ronda los $5.000 millones, que automáticamente se traduce en capital de trabajo disponible durante 90 días.

En oportunidad de hacer este anuncio, el ministro Cabrera destacó que la minimización de los saldos a favor de IVA y Ganancias ‘permitirá bajar el nivel de retenciones, favoreciendo de esta manera a unas 280.000 pymes‘. Télam