Buenos Aires, 18 de marzo.- Con un unánime clamor por
seguridad y Justicia, críticas al Gobierno y claras expresiones contra la pena de muerte, un nutrido grupo de personas se concentró hoy en la Plaza de Mayo, donde repudió la ola de hechos delictivos, muchos de ellos trágicos, ocurridos en los últimos tiempos en el conurbano bonaerense y en la Capital Federal.
Bajo la consigna "Digamos Basta, por más y mejor seguridad.
Antes de que nos maten salgamos a la calle", vecinos del Gran Buenos Aires y de esta capital, muchos de ellos familiares de víctimas de la inseguridad, realizaron un ferviente reclamo, con profundos cuestionamientos a las autoridades gubernamentales.
El acto, que tuvo una importante concurrencia pero menor a la
esperada, fue organizado entre otros por la ONG Mejor Seguridad,
encabezada por Constanza Guglielmi, cuya hermana fue asesinada en 2006 en los bosques de Palermo por ladrones que le robaron parte de la recaudación del comedor de un club que regenteaba.
En la plaza se instaló un palco de espaldas a la Casa Rosada,
aunque durante el acto la presidenta Cristina Fernández estaba en
La Plata presentando la nueva Ley de Radiodifusión, mientras en el
Congreso nacional se debatía el anticipo de los comicios.
"Tenemos nuestros representantes en otro lugar discutiendo lo
que no necesitamos que se vaya a votar", cuestionó precisamente el rabino Sergio Bergman, quien junto con el sacerdote católico
Guillermo Marcó y un representante islámico fueron los oradores.
Bergman, aclamado por el público, criticó duramente al
Gobierno con frases como "hay una Argentina que puede ser República después de Néstor (Kirchner)" y "no se puede confundir el legado de Perón con la locura de Nerón".
El rabino abrió el discurso con una metáfora: al pedir que se
bajen los carteles con imágenes de víctimas del delito para que
todos pudieran observar el palco, señaló que "vinimos a ver lo que
se quiere ocultar y lo que vinimos a manifestar".
"Reclamar seguridad no es ser de derecha o pedir mano dura, la
seguridad es un derecho consagrado en la Constitución Nacional.
Los derechos humanos no son de derecha ni de izquierda", dijo
Bergman y pidió a los jóvenes "que hagan estallar de votos las urnas".
"Acá está el pueblo, sabemos de qué se trata, la Plaza de Mayo
es de todos. Sabemos de qué se trata la inseguridad, no es una
sensación, es un flagelo de nuestra comunidad", enfatizó. Y agregó:
"No podemos convivir en paz si hay una situación donde se
confunde el orden con represión y Justicia con venganza".
Por su parte, Marcó aludió al debate instalado por Susana
Giménez sobre la pena de muerte y se diferenció de ese pedido.
"En la antigüedad se vivía la ley de la selva, del más fuerte;
después apareció Hammurabi en Babilonia e instauró la ley de ‘ojo
por ojo, diente por diente’. Es verdad que los delincuentes instalaron la pena de muerte porque te matan por 20 pesos, pero es verdad también que el odio no soluciona nada, porque la pena de muerte la tendrían que instrumentar los jueces que son los mismos que ahora dejan a los delincuentes en libertad", sostuvo Marcó.
"No dejes que el odio te gane el corazón; a las personas que
odiás no les hace nada, pero vive con vos, te mata el corazón…
Convertí ese odio en acción cívica, participá, votá, tratá de
cambiar las cosas desde la ley, no desde la violencia. El amor es más fuerte que la muerte", enfatizó el cura.
Aseveró que "hay que pedir justicia en el marco de la ley, no
de la muerte, hay que terminar con la muerte y vivir en paz" y
denunció "cuántas mamás lloran porque a sus hijos se los lleva el
‘paco’ cuando las autoridades poco o nada hacen".
Por su parte, el religioso musulmán expresó el deseo de "vivir
en paz, una paz que sentimos ausente porque no tenemos", ya que la gente siente que "la Justicia nunca llega".
La convocatoria no fue la esperada por los organizadores, pero
muchos asistentes portaban carteles con caras de sus familiares
asesinados, no sólo víctimas del delito sino también del "gatillo
fácil".
"Soy honesto, soy libre pero vivo entre rejas", "Leyes duras
para los delincuentes ya", rezaban algunos, y otros tenían la frase
"basta de inseguridad" con una bandera argentina de fondo.
Hubo figuras conocidas, como la modelo Carolina Baldini -que
sufrió un intento de robo días atrás-, y el actor Adrián Martel,
cuya ex esposa fue arrojada por una ventana por delincuentes.
"Estamos a favor de la seguridad, no estamos contra nadie",
dijo Martel, que justificó la merma de asistentes en que "hicieron
correr la bolilla" de que se iba a pedir la pena de muerte "y la
gente no viene porque no está de acuerdo con eso".
También estuvieron el humorista y empresario teatral Nito
Artaza, el abogado Roberto Damboriana, el histórico militante
peronista Tula, las integrantes de las Madres del Dolor Viviam Perrone, Elsa Schenone e Isabel Yaconis; Marcelo Bragagnolo (cuyo hijo murió a manos de una patota) y Juan Carlos Blumberg, quien entre 2004 y 2006 encabezó cinco multitudinarias marchas contra la inseguridad que derivaron en el endurecimiento de penas, luego de que su hijo Axel (23) fue asesinado por secuestradores.
El acto culminó cuando el locutor leyó un pedido para que no
haya más "inseguridad", "leyes permisivas", "violaciones", "robos",
a cada una de las cuales la gente le respondió con la palabra
"Basta".
La iniciativa partió tras una marcha realizada por el crimen
del profesor de educación física Hernán Landolina, asesinado el 3
de marzo frente a su casa de Lomas del Mirador.
En capitales y ciudades de varias provincias, como Córdoba,
Santa Fe, Río Negro, Tucumán y Mendoza, hubo actos similares.
