Furiosa. CFK se despachó al enterarse de esta nueva embestida del "Partido Judicial". "Se ve que ven las encuestas y se ponen nerviosos", disparó.

 

Cristina Kirchner está en la Ciudad de Buenos Aires y siguió al minuto las detenciones en la causa por las coimas millonarias en la causa conocida como "los cuadernos de la corrupción" y por la cual debe declarar.

La expresidenta mantendrá, a pesar del ruido que generó la explosiva causa con una decena de detenciones de exfuncionarios de su gestión y de empresarios de la construcción, la asistencia este viernes a a un acto gremial del SMATA, el gremio mecánico que conduce Ricardo Pignanelli.

Es más, no modificó su agenda del día y fue al plenario de comisiones del Senado en las que se debate el aborto legal. Pero se retiró sin hacer declaraciones.

Y en su entorno, escucharon la bronca de boca de la propia exmandataria: "Empieza agosto, aumenta todo otra vez, y el Partido Judicial y los medios oficialistas atacan de nuevo. Se ve que ven las encuestas y se pusieron nerviosos", dijo en las últimas horas a sus pocos interlocutores.

La expresidenta pidió a los suyos, que se nuclean en el búnker K de la zona de Congreso, que sigan atentos a los temas de la economía y al del aborto; este último asunto obligó ayer a la senadora por la provincia de Buenos Aires a asistir a la Cámara Alta para firmar el despacho por la interrupción voluntaria del embarazo, pues ese trámite lo debe cumplir estando presente en el Congreso.

Así, Cristina mantiene su asistencia al plenario sindical de SMATA de mañana 3 de agosto pero no será parte del encuentro de la militancia kirchnerista, previsto para el 11 de agosto en Ensenada: "Nunca tuvo esa cita en su agenda, es un encuentro militante que seguramente tendrá un cierre a cargo de Máximo Kirchner", indicaron desde su entorno. Pero ayer, CFK volvió a hablar del "Partido Judicial", al que tiene, según la exjefa de Estado, a Claudio Bonadio como uno de sus principales gestores.

Cristina habló con sus allegados y puso el eje en que "el Gobierno estableció un "cepo" a la compra de dólares, en medio de una devaluación y una fuga de divisas sin precedentes".

Y califica a la administración de Mauricio Macri como "un modelo económico agotado con inflación descontrolada, tarifas impagables, caída del consumo y la producción, desempleo y pobreza en aumento".

Fustiga al equipo de Macri por "la bola de nieve de la deuda y la vuelta del FMI" e indica que las detenciones ordenadas por Bonadio se corresponde con que "el escándalo de los aportantes truchos de la campaña de Cambiemos que ya no pueden ocultar".