‘Brutal’. Florencia, la joven de 29 años, se encuentra en la isla de Cuba. ‘El brutal estrés que sufrió devastó su cuerpo y su salud’, dijo Cristina Fernández.

 

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner viajó ayer hacia La Habana, Cuba, para encontrarse con su hija, Florencia Kirchner, aduciendo que la joven permanece en la isla del Caribe desde febrero por ‘severos problemas de salud’ que adjudicó a la ‘feroz persecución’ por las causas judiciales.
‘El brutal estrés que sufrió devastó su cuerpo y su salud’, dijo la senadora nacional por medio de un video que difundió en las redes sociales, en el que se escucha su voz en off.

Si bien no dio precisiones sobre la afección que aqueja a la joven, sí habló de un estado de salud ‘sensiblemente deteriorado’ y explicó que, debido a ‘la patología que padece, no puede permanecer sentada ni de pie por períodos prolongados de tiempo’.

Según se divulgó en medios digitales nacionales, Florencia padecería un cuadro de ‘ataques de pánico y anorexia’. Así lo deslizó el legislador del Parlasur Eduardo Valdés, cercano a Cristina. ‘Son las dos cosas: ataques de pánico y anorexia’, planteó, aunque aclaró que desconoce si ese es el diagnóstico oficial porque, remarcó, no es médico ni ‘vocero de la familia’. Valdés, exembajador K ante el Vaticano, señaló que Florencia ‘estaba comiendo poco’.

‘La persecución que han hecho sobre ella y que la ha devastado es porque es la hija de Néstor y Cristina Kirchner; porque es nuestra hija. Por eso les pido a los que nos odian, que se metan conmigo pero no con ella, por favor’, finalizó la senadora nacional.

Según trascendió, con la autorización judicial correspondiente, producto de las causas en las que es investigada, Cristina partió ayer cerca de las 5 desde el aeropuerto de Ezeiza.

Las dos causas judiciales en las que la hija es investigada ya están enviadas a juicio oral. 
Se trata de las causas Hotesur y Los Sauces. Tanto Cristina como su hijo Máximo, ambos por ocupar cargos legislativos, tienen por sus fueros inmunidad de arresto, un punto que los diferencia de Florencia, sobre quien también pesan acusaciones de asociación ilícita y lavado.

Según argumentó ante la Justicia Carlos Beraldi, abogado de Cristina y su hija, Florencia se quedó en Cuba y no pudo viajar de regreso a Argentina porque padece de una enfermedad llamada linfedema, que significa la acumulación de líquido linfático en las piernas. A Florencia se le había detectado esa dolencia en agosto del año pasado.

El dato -que confirmaron fuentes judiciales al diario Clarín- surge del pedido presentado el viernes por Beraldi, ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 5 (TOCF5), en el marco de la causa conocida como Los Sauces.

Según explicaron las fuentes, Florencia había obtenido un permiso de la Justicia para viajar en febrero por un mes a Cuba con fecha de regreso 10 de marzo, es decir el domingo pasado. Pero el último día hábil previo, es decir el viernes 8, Beraldi informó de esta situación al tribunal y consiguió que el permiso se le extienda por unos ocho días más. Para ello, el abogado acompañó un certificado médico que consignaba el nombre de la enfermedad.