Cristina Fernández de Kirchner debutó como presidenta del Senado y dirigió la maratónica sesión que aprobó la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. El debate no estuvo exento de polémica, de principio a fin.

Casi al inicio del debate, la vicepresidenta se cruzó con el senador radical y titular del interbloque de Juntos por el Cambio Luis Naidenoff, luego que éste solicitara un cuarto intermedio de dos horas para disponer de tiempo para leer el proyecto, que había logrado la media sanción en Diputados ese mismo viernes 19 de diciembre a la mañana. La pulseada la ganó Fernández de Kirchner al conseguir que los legisladores volvieran al recinto a las 19 horas.


Al término de la sesión, Cristina volvió a cruzar al senador radical por Formosa. Ocurrió apenas había terminado la votación por la ley ómnibus y la misma quedara aprobada con 41 sufragios a favor, 23 en contra y una abstención. Fue entonces cuando la vicepresidenta dijo, cumpliendo con la forma reglamentaria: “Votación con mayoría califica, queda aprobada la Ley de Solidaridad enviada por el poder Ejecutivo. Gracias a todos los senadores y senadoras”.

Sin embargo, Naidenoff fuera de micrófono continuaba con algunos reclamos, lo que hizo que Cristina negara primero con su cabeza lo que pedía el legislador radical, para cerrar el asunto señalando: “Queda levantada la sesión, no sea amargo senador…”. La frase, por supuesto, generó rápido eco en redes, y los usuarios la comentaron desde ambos lados de la grieta, por supuesto los opositores cuestionando a CFK y sus seguidores elogiando que "le haya puesto los puntos" a Naidenoff.