Cuando ya se cumplen once días de la histórica fuga de los tres condenados por el triple crimen vinculado al tráfico de efedrina, la búsqueda frenética tuvo un giro dramático. Es que ayer los pesquisas admitieron por primera vez que es probable que tanto los hermanos Martín y Christian Lanatta como Víctor Schillaci ya ni siquiera estén en el país, lo cual complicaría muchísimo la persecución.

Esa fuerte hipótesis se dio a conocer ayer luego de que detuvieran a un taxista de Buenos Aires en la ciudad misionera de Posadas. El hombre tendría vínculos con los tres evadidos del penal de máxima seguridad de General Alvear y creen que él mismo transportó a los prófugos hasta la capital litoraleña para que desde allí pudieran irse ilegalmente al exterior.

Si no sucedió así, tampoco descartan que los tres condenados estén por estas horas en Misiones y que su plan sea precisamente poder dejar el país para evadir tanto la búsqueda como la Justicia argentina.

El taxista sospechoso se convirtió en el quinto detenido tras la batería de allanamientos realizados por las fuerzas de Seguridad para dar con los prófugos. Además de él, están presos un comerciante y su socio, señalados de haber mantenido ocultos a los Lanatta y Schillaci en una quinta de Chascomús; también una mujer de 47 años detenida en Villa Lugano (Buenos Aires), por tenencia de drogas aparentemente para su comercialización y se comenzó a investigar si tiene lazos con los evadidos; y Marcelo ‘El Faraón‘ Melnyk, quien fue el primero en caer preso tras el escape por presunto encubrimiento de los prófugos.

Esto además sacó a la luz que la línea más sólida hasta ahora en la investigación es la sospecha de que personajes vinculados al mundo del narcotráfico proporcionan recursos a los hermanos Lanatta y a Schillaci para continuar el escape, por lo que en este caso interviene la Justicia Federal, y está en sintonía con lo que ya había planteado el fin de semana pasado la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.