La compra ilegal de cuentas de bancarias (CBU) y de billeteras virtuales (CVU) está creciendo en la Argentina, de la mano de bandas criminales que captan a usuarios desprevenidos a través de las redes sociales y que, por poco dinero, les compran sus datos para luego revenderlos a terceros que los usan para cometer fraudes, estafas, lavado de dinero y otros delitos.

El fenómeno de las "mulas bancarias" -personas que, sabiendo o no, ayudan a organizaciones delictivas a blanquear dinero ilegal- no es nuevo, pero parece haber tomado un nuevo impulso en los últimos meses ante la facilidad para abrir cuentas con sólo una foto o video del rostro y del DNI; el contexto económico y la difusión de estos mecanismos en redes sociales.

En las últimas semanas se reportó a múltiples usuarios de Instagram, Facebook y Telegram que ofrecen comprar cuentas de bancos tradicionales (Santander, Galicia, BBVA e Itaú) o virtuales (Rebanking, Openbanking o Brubank), así como de billeteras virtuales (Mercado Pago, Ualá, Prex o Personal Pay) o de empresas cripto (Binance, Lemon, Belo, Let"s Bit o Fiwind).

Pedían a personas que tuvieran cuentas en cualquiera de esas entidades el acceso a todos los datos (nombre de usuario, contraseña, token de seguridad y otros) a cambio de montos menores de $5.000, para luego revender esa información a terceros, a razón de entre $15.000 y $20.000 cada cuenta.

La falta de educación puede ser la clave para entender la dimensión del problema: una CBU o CVU que es detectada en la comisión de fraude o estafa no sólo es suspendida, sino que su titular queda informado en un registro que comparten todas las empresas financieras.

De esta forma, la persona titular queda inhibida -hasta tanto no se lo remueva del listado- de tomar un crédito, abrir una cuenta bancaria o usar cualquier mecanismo de pago digital en el país.

"Son cuentas cero kilómetro", promocionaba el usuario de Instagram

 

Para narcos y contrabandistas

El concepto de "mula" en el mundo criminal ya no es exclusivo de organizaciones narco o contrabandistas. Ahora también lo usan las bandas que se dedican a las estafas virtuales. Y el sistema que usan estos últimos está inspirado en el de los primeros: contratan a desconocidos para ir moviendo, de a poco, y sin levantar sospechas, el dinero robado a las víctimas. En lo que va del año, la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Informáticos de la CABA ya detuvo a unas 70 mulas involucradas en distintos casos de estafas virtuales. Lo detectaron a través de la denuncia de los particulares.