Un total de 464.000 personas fueron víctimas de homicidios en 2017, más que todos los muertos en guerras ese año, con Latinoamérica como zona más peligrosa y con la desigualdad, el crimen organizado y el machismo entre las principales causas. Aunque el continente americano sólo alberga el 13 % de la población mundial, aquí se registran el 42% de todas las víctimas de homicidios, una situación que es especialmente grave en América Latina y en la que confluyen problemas de desigualdad, debilidad del sistema judicial y fortaleza del crimen organizado.
Así lo señala el Estudio Mundial sobre el Homicidio de 2019 publicado ayer en Viena por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
La tasa media de homicidios anual en el continente es de 17,2 por cada 100.000 habitantes, casi el triple que el promedio mundial y casi seis veces más que Europa.
Centroamérica, con 25,9; Sudamérica, con 24,2; y el Caribe, con 15,1, son las subregiones con las tasas más altas de homicidios del planeta. De hecho, América es la única región en la que esa tasa ha crecido desde 1990.
Los únicos cuatro países del mundo con tasas de homicidio de más de 40 personas por cada 100.000 habitantes están en América Latina: El Salvador (62,1), Venezuela (57), Jamaica (57) y Honduras (41,7).
La ONUDD destaca especialmente el caso de Venezuela, donde se ha registrado "el más dramático incremento" de la tasa de homicidios, al pasar de 13 a 57 por 100.000 habitantes entre 2012 y 2017.
En Brasil, la tasa de homicidios subió a 30 en 2017 y se estima que 1,2 millones de personas ha sido víctimas de homicidios intencionados entre 1991 y 2017.
De hecho, la subida de las muertes en este país y en México, ambos muy poblados, explican en buena parte el alza global de la tasas de homicidios en los últimos dos años, tras décadas a la baja.
Por contra, la ONUDD destaca la reducción del número de homicidios experimentada por Colombia en ese periodo, de 80 a 25 por cada 100.000 habitantes, algo que la ONUDD atribuye en parte a la "intensificación de la acción estatal contra el tráfico de drogas".
En la parte baja de la tabla, pero aún por encima de la media mundial de 6,1 homicidios por cada 100.000 personas, están países como Argentina, Perú, Uruguay o Nicaragua. Sólo Chile, con 3,1, estaría por debajo de ese promedio.
Al referirse a las causas del elevado número de homicidios en América latina, el informe de la ONUDD señala que la criminalidad organizada, en especial relacionada con el tráfico de drogas, está detrás de buena parte de esas muertes.
"Hay otros tipos de homicidios, como la violencia en la pareja (femicidio) o en la familia. Pero el elemento del crimen organizado es mucho más alto que en ninguna otra región del mundo", explica a Efe Angela Me, jefa del departamento de investigación de la ONUDD y una de las coordinadoras del informe.
Me identifica tres grandes causas para la grave situación en la región: la desigualdad, la impunidad y el acceso a las armas de fuego, responsables de más homicidios en América Latina que en ninguna otra parte del mundo. La ONUDD advierte de que "una justicia débil conduce a la impunidad. En 2016, sólo el 43 % de todos los homicidios cometidos en América fueron resueltos por la Policía, la tasa más baja del mundo y casi la mitad de Europa.
Los puntos claves
Crimen organizado. El 19% de todos los homicidios de 2017 estuvieron relacionados con el crimen organizado. Desde el año 2000, el crimen organizado ha matado a tantas personas como todos los conflictos armados en el mundo. "Se estima que un promedio en torno a 65.000 asesinatos por año estuvieron relacionados con el crimen organizado, incluidas las pandillas".
Armas de fuego. La facilidad de acceso a las armas de fuego y las tasa de homicidios está relacionada. En 2017, poco más de la mitad de todos los homicidios intencionados fueron cometidos con armas de fuego. En América, esa proporción sube al 75%.
Femicidios. Aunque las mujeres son víctimas en sólo el 20% de todos los asesinatos, esa cifra se eleva hasta el 82 cuando se trata de homicidios cometidos dentro de la pareja. Casi el 60% de las 87.000 mujeres que fueron asesinadas en 2017 en el mundo fueron víctima de un crimen machista cometido por sus parejas, exparejas o familiares hombres, lo que hace que el hogar sea "el lugar más peligroso" para ellas.
Alcohol y drogas. El 37% de los homicidios cometidos en 2017 tuvieron lugar bajo la influencia de sustancias psicoactivas. En el 90% de los casos, se trataba de alcohol.