La Cámara Federal porteña confirmó ayer el procesamiento de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa en la que se investiga la supuesta cartelización de la obra pública durante la gestión kirchnerista, informaron fuentes judiciales. Además, ese tribunal revocó en el mismo fallo dos procesamientos que pesaban sobre la exmandataria: el que investiga supuestos sobreprecios en la importación de Gas Natural Licuado (GNL) y el del supuesto pago de sobornos por parte de las empresas que explotaban las rutas con peajes durante el gobierno kirchnerista. Todas estas investigaciones están anexadas o surgieron del megaexpediente de los cuadernos de las coimas, ya elevado a juicio oral y que tiene a Cristina como "jefa de una asociación ilícita".
Este expediente se destapó en agosto de 2018 después de conocerse unas libretas en las que un chofer del ministerio del área de obras públicas anotó supuestamente cómo transportaba de forma habitual millones de dólares con los que empresarios sobornaban a altos funcionarios.
El alto tribunal confirmó que sigue adelante un procesamiento, vertido por el juez Claudio Bonadio en junio pasado, por el que se investiga a multitud de empresarios y exfuncionarios vinculados a la cartelización de la obra pública entre 2003 y 2015.
"Su finalidad fue organizar un sistema de recaudación de fondos para recabar dinero ilegal con el fin de enriquecerse ilícitamente siendo empresarios y funcionarios, funcionales y copartícipes de este plan sistemático", remarcó. Desde hace tiempo, la exmandataria y vicepresidenta electa reitera que todas las acusaciones en su contra son mentira y que es víctima de una persecución política y judicial.
En este expediente se investigó el otorgamiento de contratos de obra pública civil a cientos de empresarios. Se sostuvo que en el área del Ministerio de Planificación Federal "por indicaciones del presidente Néstor Kirchner y luego mantenido en el tiempo por la presidente Cristina Fernández, se organizó un esquema de recaudación ilegal de dinero, a través del cual se procedió a digitar la adjudicación de las licitaciones de las obras públicas civiles".
El tribunal revocó el procesamiento dictado en marzo pasado por Bonadio, que incluía una orden de detención que no se hizo efectiva por ser senadora y tener fueros, por la importación con presuntos sobreprecios de buques con gas natural licuado (GNL), entre 2008 y 2015.
Para Bonadio, los imputados, entre ellos exdirectivos de las estatales YPF y Enarsa y altos exfuncionarios públicos, pusieron en funcionamiento un sistema ilegal destinado a importar GNL a través de diferentes empresas internacionales que intervinieron sin proceso licitatorio.
En la revocación del procesamiento, la Cámara Federal expresó que "afirmar la participación de la exmandataria en los eventos pesquisados" requeriría de un "avance en la investigación" y agregó que por el momento no se cuenta con los elementos suficientes. Sobre el caso peajes, la Cámara consideró que las declaraciones con las que cuenta, "en principio impiden identificarla como la encargada de receptar los sobornos advertidos".
Una reducción de los embargos
Al ratificar parcialmente el procesamiento a CFK, la Cámara Federal tomó similar resolución respecto del detenido exministro de Planificación Federal Julio de Vido. Pero redujo el número de casos de "cohecho pasivo" por el que se les había ampliado el procesamiento en este sumario derivado de "los cuadernos de las coimas". Eso trajo aparejado la reducción de los embargos ordenados por el juez federal Claudio Bonadio.
Expectativa por una posible baja de tasas
El Banco Central anunció que a partir del 1 de noviembre los bancos ya no podrán integrar los encajes con Leliq, es decir que ya no le pagará un solo centavo a las entidades por el dinero que mantengan inmovilizado.
La medida fue incluida en la Comunicación "A" 6817 que divulgó ayer el Central, que tendrá importantes efectos sobre el funcionamiento del sistema financiero.
Los bancos ya no podrán usar los encajes bancarios en inversiones en letras de liquidez (Leliq) o notas del Banco Central, lo que, según los analistas, podría hacer bajar las tasas reales positivas.
Existe un fuerte incentivo para pagar tasas altas en pesos para evitar que los ahorristas vayan corriendo al dólar. El dólar blue se derrumbó ayer $7 hasta los $67, en medio de un reacomodamiento del mercado tras las nuevas restricciones cambiarias. El dólar para la venta al público bajó cuatro centavos y cerró ayer a $63,41.