El ex juez penal Juan Bernardi recibió una condena a 5 años de prisión efectiva por el gravísimo delito "de promoción de corrupción de menores". En la misma causa, un ex empleado suyo, Julio César Antuque, también fue encontrado culpable y sentenciado a 12 años de cárcel por su rol de "facilitador de corrupción de menores" y "facilitación de la prostitución".
 

 

El caso tiene todos los condimentos del abuso de poder e impunidad. Bernardi había sido denunciado en junio de 2014 por una vecina ante el Ministerio de Desarrollo Social provincial, por protagonizar fiestas privadas en las que participaban chicas de escasos recursos y en situación de vulnerabilidad. Según la denuncia, de estas orgías habrían participado otros abogados y empresarios. Todo pasó en la ciudad patagónica de Viedma.
 

El tribunal integrado por los jueces Ariel Galinger, Carlos Mussi e Ignacio Gandolfi dio por probado que el ex juez realizó "acciones consistentes en favorecer o determinar a una menor de 18 años a una situación de corrupción". Para ello, se basó en testimonios de jóvenes y los allegados de la víctima que admitieron haber mantenido relaciones sexuales a cambio de dinero con personas mayores de edad.
 

El fallo es tajante al acreditar que hubo un grupo de niñas y adolescentes, de aproximadamente entre 13 y 20 años de edad, "todas ellas de sectores vulnerables y carenciados de nuestra ciudad, con hogares y familias con serios inconvenientes de integración" y de adicciones, eran "sometidas sexualmente por personas que las duplicaban y triplicaban en edad, de acomodada situación económica y social, a cambio de dinero, zapatillas, bienes en general, y drogas, entre las cuales se encontraba la joven individualizada como víctima".
 

Fuente: Infobae