Alivio para la Casa Rosada. El gobierno de Mauricio Macri ya tiene su Presupuesto 2019. El oficialismo de Cambiemos consiguió en la madrugada de este jueves sancionar la “ley de leyes”,con apoyo de un sector del PJ y de fuerzas provinciales. Fue en una sesión con fuertes críticas del sector de la oposición que votó en contra, y cuestionamientos también entre quienes acompañaron la iniciativa. El rionegrino Miguel Pichetto llegó a hablar de la posibilidad de default de la deuda, "si no se ordena el rumbo".

 

A las 3.33, la pantalla marcó 45 votos afirmativos, 24 negativos y 1 abstención. El Presupuesto 2019 quedó convertido en ley, con más votos de los esperados. Por negociaciones del último día sumaron dos senadores fueguinos y otras dos santiagueñas, aunque tuvieron la baja del radical santacruceño Eduardo Costa, que enojado con la Casa Rosada porque no le dieron obras que reclama para su provincia, a la que aspira a gobernar en 2019, estuvo ausente de la sesión.

 

Tras el Presupuesto se votaron las leyes “complementarias”: el nuevo Consenso Fiscal también fue sancionado, con 48 votos afirmativos y 12 negativos. Y el proyecto de cambios a Bienes Personales, que con la modificación de dejar fuera del tributo a la la casa habitación, volvió a Diputados.

 

Pero el debate se centró en el Presupuesto y desde la medianoche tuvo el momento más esperado en los cierres de los jefes de los bloques.

 

Con previsibles críticas, Cristina Kirchner advirtió que con este Presupuesto “se va a profundizar el sufrimiento de la sociedad argentina, pero va a ser además un sacrificio inútil”.

 

“Ninguno de los que estamos sentados acá tenemos autoridad moral para decirle a la gente que se tiene que sacrificar, que tiene que seguir muriéndose de hambre”, afirmó.

 

La ex presidenta vaticinó que “la recesión se va a profundizar” y sostuvo que “es necesario tomar políticas públicas activas”, contrastando que a diferencia del actual en su gestión hubo presupuestos “expansivos”. Cristina dijo que el Gobierno va por “el peor camino” y que "va a dejar un país infinitamente peor del que recibieron”; fustigó que pese a sus “buenos modales” y “ser rubios de ojos celestes”, las inversiones “no vinieron”.

 

“¿No les parece que el país y el mundo que ustedes creían no es así?”, preguntó. Cristina habló casi 50 minutos, casi en un panegírico de sus años en el poder, sin ninguna autocrítica respecto del estado del país a su partida en diciembre de 2015.

 

A su turno, Miguel Pichetto ratificó: “Hay que votar el Presupuesto, aun en 2001, en crisis terminal, que era un dibujo, se votó”. Dijo que era “el mal menor” frente a la posibilidad de que el Gobierno reconduzca -si salía rechazado- el de 2018.

 

Pichetto criticó sin nombrar a a los sectores del pejota que iban a votar en contra. “Los que voten o no voten el ajuste por inflación (por la suspensión del ajuste por inflación en los balances de las empresas), van a recibir igual 50 mil millones de pesos las provincias”, les enrostró.

 

“Una provincia del sur se llevó 800 millones para un fondo”, dijo por Chubut sin nombrarla, cuyos dos senadores votaban en contra. “Después vienen, hacen discursos por izquierda. Pero no me voy a pelear con nadie”, aseguró contrariado. El rionegrino reclamó silencio y se quejó que “tengo ruido” porque al mencionar fondos que recibía La Pampa levantó murmullos desde las bancas muy próximas de los pampeanos Daniel Lovera y Norma Durango, que integran su conflictuado interbloque.

 

Pichetto dejó frases inquietantes: “Indudablemente el rumbo (económico) es de colisión”, y mencionó la palabra maldita: “Cuando vayamos al default, que es una posibilidad si no se ordena el rumbo, lo van a pagar los más pobres”, dijo fustigando los “discursos” por “izquierda” acerca de combatir la pobreza.

 

En el final, el jefe del interbloque Cambiemos, el radical Luis Naidenoff, reclamó “construir un país distinto, con responsabilidad” y valoró el acompañamiento de un sector de la oposición “en un momento complejo”.

 

“No venimos a negar ninguna realidad”, sostuvo Naidenoff. Tras fustigar que en los años K “deuda y desempleo fueron marca registrada” sostuvo que “buscamos una convergencia fiscal, razonable y seria”. Y criticó a los gobernadores -mencionó a Formosa, su provincia- que vuelven a reclamar el Fondo Sojero: “Acá somos federales y demandamos con mucha fuerza, pero son unitarios en su provincia, y no coparticipan a sus municipios, no quieren que tengan autonomía, quieren disciplinarlos pero reclaman el Fondo (sojero). A las provincias les fue muy bien con este gobierno. Cinco tenían superávit, hoy de 24, 23 tienen superávit fiscal”, destacó.

 

Como ya se sabía, el peronismo federal que conduce Miguel Pichetto votó dividido.

 

Contribuyeron a la sanción con su voto afirmativo 12 senadores del peronismo federal: Pichetto; Rodolfo Urtubey (Salta); Carlos Menem (La Rioja); Carlos Caserio (Córdoba); Pedro Guastavino y Sigrid Kunath (Entre Ríos); Cristina López Valverde y Rubén Uñac (San Juan), Dalmacio Mera e Inés Blas (Catamarca), Julio Catalán Magni y José Ojeda (Tierra del Fuego). Lo de Blas también fue sorpresa porque había expresado su intención de votar en contra.

 

También votaron a favor los cinco senadores del interbloque federal: Juan Carlos Romero y Cristina Fiore (Salta), Carlos Reutemann (Santa Fe), y Guillermo Pereyra y Lucila Crexell (Neuquén). Se sumaron también los misioneros Maurice Closs y Magdalena Solari, y las santiagueñas que responden al gobernador Gerardo Zamora, Ada Itúrrez de Capellini y Blanca Porcel de Ricovelli.

 

Junto a los 9 senadores de la bancada del FpV que lidera Cristina Kirchner, se sumaron los dos tucumanos que acaban de dejar el PJ: José Alperovich y Beatriz Mirkin. También votaron en contra 9 integrantes de Argentina Federal que lidera Pichetto: José Mayans y María Teresa González (Formosa), Eduardo Aguilar (Chaco), Guillermo Snopek (Jujuy), Omar Perotti (Santa Fe), Daniel Lovera y Norma Durango (La Pampa), Alfredo Luenzo y Mario Pais (Chubut). Y se abstuvo el correntino Carlos Espínola.

 

También votaron en contra los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catalfamo, el porteño Pino Solanas y la rionegrina Magdalena Odarda.

En Bienes Personales se dejó fuera del alcance del tributo a la casa habitación hasta un valor de $18 millones; y se dio media sanción a una corrección al Presupuesto –proyecto finalmente unificado entre los del radical Angel Rozas y el peronista Omar Perotti- para que mutuales y cooperativas tributen 3% en lugar de 6% en el impuesto especial al patrimonio. Este último, y Bienes Personales serán tratados y convertidos en ley el próximo miércoles 21 en Diputados.