Tras los fuertes embates del Gobierno nacional, el juez decano de la Corte Suprema de Justicia Carlos Fayt volvió ayer al Palacio de Tribunales y participó en la acordada que ratificó la reelección de Ricardo Lorenzetti como presidente del máximo tribunal a partir del 1 de enero del año próximo. Y tácitamente la Corte descartó que la acordada que lo dispuso sea ‘ideológicamente falsa‘.
El tribunal, en una nueva acordada, firmada por todos sus integrantes -incluido Fayt-, explicó cómo fue que se llegó a firmar la re-reelección de Lorenzetti, el 21 de abril pasado, como consecuencia de una discusión que se celebró el 14, es decir una semana antes.
Fayt, de 97 años, concurrió ayer al Palacio de Tribunales, ingresó por la Alcaidía (el lugar por el que habitualmente acceden los detenidos, trasladados por el Servicio Penitenciario) y sin pasar por su despacho se dirigió directamente a la Sala de Acuerdos. Allí, en el cuarto piso de Tribunales (un espacio que fue virtualmente blindado) participó del acuerdo extraordinario de la Corte, que había celebrado su reunión habitual de los martes en la víspera, cuando los otros tres jueces firmaron más de un centenar de fallos, varios de ellos de alto impacto informativo.
La nueva acordada firmada ayer dispuso ‘declarar que en la designación de autoridades se ha puesto en ejercicio la atribución reconocida a esta Corte‘ para designar a sus autoridades.
En ese sentido, explica que la re-reelección de Lorenzetti fue consensuada, en realidad, en ‘el acuerdo ordinario celebrado por el tribunal el 14 de abril‘, es decir una semana antes de que efectivamente se firmara la Acordada de designación de autoridades para el período 2016-2019.
El 14 de abril, explicaron los jueces, ‘los cuatro ministros presentes deliberaron y acordaron sobre la necesidad de llevar a cabo esas designaciones‘. En ese contexto, la nueva Acordada reivindicó la validez del documento que re-reeligió a Lorenzetti como presidente y a Elena Highton de Nolasco como vice para el próximo período.
La Corte reconoció que en excepcionales oportunidades anteriores ‘ha cumplido en corregir, mediante la adecuada declaración de nulidad, situaciones resultantes de la falta del debido acuerdo que exige el dictado de sus sentencias y otra clase de decisiones, al no haber participado ni ser debidamente citados todos sus miembros al acuerdo respectivo‘.
Pero descartó que ello deba ocurrir ahora: ‘Esos antecedentes carecen de toda analogía con la situación que dio lugar a la acordada 11/2015, en la medida en que ella fue precedida del acuerdo celebrado por todos los miembros del tribunal, a la par que da cuenta fidedigna de la deliberación llevada a cabo y de los resultados obtenidos‘.
La Corte declaró ‘indiferente para su validez el lugar de la Ciudad de Buenos Aires en que fue en definitiva firmada por los ministros y por la señora ministra‘, el tácita alusión a que Fayt firmó el documento en su casa.

