Argentina ya logró inmunizar a más de la mitad de su población total (55%) con al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus y, en el caso de los jóvenes mayores de 18 años esa cobertura alcanzó el 74,35%, pero aún esta lejos de alcanzar la ansiada inmunidad de rebaño y mucho más lejos de estar a tiro de controlar la pandemia.

Especialistas de la División Infectología del Hospital de Clínicas afirmaron ayer que "para poder controlar la pandemia de coronavirus necesitamos tener al 95% de la población vacunada con las dos dosis", y que el piso del efecto rebaño "puede empezar a lograrse con un 70% de la población con vacunación completa", es decir con las dos dosis.

El término "inmunidad de rebaño" (también llamada inmunidad de grupo) se refiere a la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa que se consigue cuando una población se vuelve inmune, ya sea como resultado de la vacunación o de haber presentado la infección con anterioridad.

En el caso del covid-19 sólo se lograría esta inmunización con la vacunación ya que se trata de un virus nuevo.

En un contexto de escasez de segundas dosis, especialmente de la vacuna rusa Sputnik V, Daniel Stecher, jefe de la División Infectología del Clínicas, dijo que "existen datos publicados sobre la intercambiabilidad entre las plataformas de adenovirus de chimpancé (Astrazeneca) y las de ARN mensajero (Pfizer) que muestran buena inmunogenicidad y seguridad". Y agregó que "varios países comenzaron a recomendar estos esquemas combinados en función de la seguridad y la disponibilidad de vacunas".

Que la combinación de diferentes vacunas para completar las segundas dosis funcione bien es clave para el país donde más de 6 millones de personas esperan, algunas desde hace más de 4 meses por el componente 2 de Sputnik V.

Ante la demora del componente 2 de la vacuna rusa, Stecher aseguró que "una dosis de Sputnik genera una buena protección. La segunda dosis la prolonga en el tiempo. Si el intervalo entre dosis se prolonga más allá de los 90 días no se pierde este efecto, por lo que no es necesario reiniciar el esquema", explicó. Y agregó que otra opción es completar el esquema con otra vacuna de acuerdo a los estudios de intercambiabilidad que se mencionaron anteriormente.

La otra gran preocupación es la variante Delta. Al respecto, Stecher dijo que "todas las vacunas que se están dando en nuestro país mostraron actividad contra esta variante. Delta ha mostrado mayor transmisibilidad, pero no mayor mortalidad. Si bien la efectividad de las vacunas puede ser menor, siguen siendo protectoras", explicó.

"La estrategia para enfrentar a la variante Delta consiste en aumentar las coberturas de vacunación y mantener las medidas de cuidado (distanciamiento, uso de tapabocas e higiene, control de los viajeros", agregó el profesional.

Argentina alcanzó el domingo la inmunización del 55,49% de la población total con al menos una dosis, mientras que en los mayores de 18 años las aplicaciones treparon al 74,35%.

 

  • Una combinación eficaz con Pfizer

Combinar la vacuna de Astrazeneca con una segunda dosis ya sea de los productos de Pfizer o de Moderna entrega una "buena protección", indicó el Statens Serum Institut (SSI, por su sigla original) de Dinamarca.

Un número creciente de países está considerando cambiar a diferentes vacunas para las segundas dosis, medida particularmente necesaria en Dinamarca después de que las autoridades sanitarias suspendieron las inoculaciones con la vacuna de Astrazeneca en abril por temor a efectos secundarios.

Más de 144.000 daneses, en su mayoría personal de primera línea en el sector de la salud y ancianos, recibieron su primer pinchazo con la vacuna de Astrazeneca, pero posteriormente fueron vacunados con Pfizer o Moderna.

"El estudio muestra que catorce días después de un programa de vacunación combinada, el riesgo de infección se reduce en un 88% en comparación con las personas no vacunadas", indicó el SSI. La cifra muestra una "alta eficacia", agregó el instituto, comparable a la tasa de eficacia del 90% de dos dosis de la vacuna de Pfizer.

 

  • Niegan crecimiento de senos por vacuna

No es cierto que las vacunas anticovid bajo la tecnología de ARN Mensajero, como Pfizer o Moderna, hagan crecer los senos de las mujeres, como afirman múltiples mensajes virales en

las redes sociales. Puede tratarse, según expertos, de una inflamación transitoria de los ganglios linfáticos de la axila.

A través de plataformas como Facebook, Twitter, Whatsapp y Tiktok, especialmente en esta última, decenas de usuarias han hecho virales testimonios de un inesperado crecimiento de sus pechos tras aplicarse alguno de esos dos fármacos contra la covid-19.

Por ejemplo, uno que circula en la red social china de videos cortos y que supera los 614.000 me gusta, ha sido compartido más de 36.000 veces y tiene ya más de 17.000 comentarios, muchos de ellos que resaltan el supuesto "efecto secundario" de vacunarse. En el audiovisual, puede verse a una joven mostrar el antes y el después de la aplicación de la vacuna de Pfizer, en los que, a través de varios cambios de vestuario, dice evidenciar el aumento en el tamaño de su busto.