Tras el descargo que hizo el senador pampeano Juan Carlos Marino a la denuncia por abuso sexual por parte una empleada del Congreso, el Senado debatió y aprobó la "Ley Micaela" que giró el martes por la noche la Cámara de Diputados y otros proyectos de menor peso político, en un temario que quedó disminuido tras la reunión de labor parlamentaria del martes.

 

La Cámara de Senadores convirtió en ley el proyecto que propone la creación de un "Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres", al recibir 59 votos positivos, sin abstenciones ni votos negativos.

 

En el encuentro de jefes de bloque realizada el martes, el justicialismo mantuvo su postura de reclamar un debate más amplio sobre la ley antibarras, una de las prioridades para el oficialismo en este período de sesiones extraordinarias. Su tratamiento fue pospuesto, entonces, para febrero, en caso de que el Poder Ejecutivo ordene reabrir esa discusión durante el receso de verano.

 

El financiamiento de partidos políticos también quedó marginado de la lista de temas a tratar en el Senado, por lo que la Cámara alta debatió, además de la "Ley Micaela", que prevé capacitación con perspectiva de género para los integrantes de los tres poderes del Estado, los nombramientos de militares y en el Poder Judicial, entre otros.