Buenos Aires.- En una estrategia para combatir al narcotráfico, el Gobierno analiza y negocia con Estados Unidos la compra de aviones. Se trata de 24 aeronaves T6-C Texan II, cuya venta ya fue aprobada por el Departamento de Defensa norteamericano.

Los aviones serán usados para el entrenamiento de pilotos y para misiones de reconocimiento y control de fronteras. En un artículo, el diario La Nación detalló que el acuerdo se produce en un marco de acercamiento entre ambas naciones. ¿Cuánto costarán? La tropa de naves tendrá un valor aproximado de 300 millones de dólares.

Los T6-C cumplirán el rol de los Tucano brasileños como unidades de adiestramiento avanzado y de ataque. Tendrán características similares a las de los actuales Pucará nacional, ya que la aprobación norteamericana incluye los sistemas de tiro para ametralladoras y cohetería.

Trascendió que una parte de las unidades podría ser derivada a la creación de un grupo de interceptores a cargo de la Gendarmería, que en la actualidad realiza seguimientos de aviones narcos con avionetas de uso civil. Las flamantes aeronaves con radares de interceptación tendrán la capacidad efectiva de brindar apoyo a las tropas antinarco en el terreno.

Los aviones tienen un historial positivo en la lucha contra el narcotráfico: son utilizados por México para el control de fronteras y son el principal adiestrador avanzado de la fuerza aérea de los Estados Unidos.

Además de los T6-C, el Ministerio de Defensa está detrás de un interceptor supersónico para reemplazar a los obsoletos Mirage. En esa misión es muy bien considerada la propuesta italiana: el Aermacchi M346. Un caza liviano que podría adaptarse a las posibilidades argentinas.

La compra de esta aeronave también tendría como objetivo dar nuevos golpes al narcotráfico. De un tiempo a esta parte, el Gobierno decidió desplegar un mayor control en las fronteras y reforzar los mecanismos de seguridad en todos los puestos de ingreso y egreso del país.

El plan de ‘fronteras seguras’, como lo denominan en la Casa Rosada, ya se puso en marcha y es coordinado por los ministerios de Seguridad y del Interior, la Cancillería y la Jefatura de Gabinete. La estrategia oficial busca combatir el narcotráfico, la trata de personas y eventuales casos de terrorismo en la Argentina.