
Un niño de 6 años perdió un brazo al meterlo en un secarropas, en una casa de campo de la localidad de Quimilí, a 220 kilómetros al sureste de la capital santiagueña, informaron fuentes policiales. En San Juan, en el 2014, un chico de 9 de Julio de la misma edad.
El accidente ocurrió cuando el pequeño, identificado como Máximo Hernán Torres, introdujo su mano derecha en el aparato, en momentos en que su madre Juana Carolina Correa (de 25 años) realizaba tareas domésticas. En esa circunstancia, el nene perdió el brazo y tras ser asistido en el hospital zonal de Quimilí, fue trasladado de urgencia al Centro Provincial de Salud Infantil “Eva Perón” de la capital santiagueña, en el que permanece internado. Las investigaciones se encuentran a cargo de efectivos de la Comisaría 29 de Quimilí.
En marzo, el Hospital Garrahan informó que ingresan a la guardia del servicio de Ortopedia y Traumatología un promedio de un chico por semana con la denominada “enfermedad del secarropa”, es decir con lesiones en manos y brazos tras haber metido sus extremidades en uno de esos artefactos en funcionamiento.
El caso sanjuanino
El 21 de septiembre del 2014, en el departamento 9 de Julio, cuando un niño de 6 años abrió la tapa de un secarropas, metió el brazo y la misma fuerza centrífuga del aparato se lo terminó arrancando.
Ismael Cataldo, vive en una finca (El Abanico) de Ruta 183 pasando calle 11, den 9 de julio. El brazo se le cortó a la altura del hombro. Fue llevado de inmediato al Hospital Rawson, donde lo estabilizaron y, tras evaluarlo, decidieron trasladarlo en vuelo sanitario a Capital Federal para intentar reimplantarle el miembro.
Tuvo un trabajo de rehabilitación y se avanzó con una prótesis.
