Con helipuerto. El buque Seabed Constructor cuenta con un gran helipuerto y con una potente grúa que puede cargar 250 toneladas con un radio de 12 metros.

 

Se construyó hace cuatro años y lo consideran el barco civil mejor equipado del mundo. Se trata del buque Seabed Constructor, perteneciente a la empresa estadounidense Ocean Infinity, que el pasado viernes partió desde el puerto de Comodoro Rivadavia (Chubut) para iniciar un nuevo operativo de búsqueda del submarino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre último en la zona del golfo San Jorge, con 44 tripulantes a bordo.

El Seabed Constructor tiene ocho submarinos robóticos que pueden sumergirse a 6.000 metros de profundidad, filmar y recolectar datos en alta resolución en velocidades récord. Una pequeña nave, también autónoma, los acompañará en la tarea.

Los submarinos robóticos son conocidos como USV (Vehículo de Superficie Autónomo) por no tener tripulación. Estas pequeñas naves tienen la capacidad de adentrarse hasta 6.000 metros de profundidad, operando entre 45 y 60 horas, a una velocidad de entre 5,5 a 9 kilómetros por hora. En este proceso, estos vehículos transmiten entre ellos la información del barrido que se hace con sonares y sondas multihaz.

Según especialistas, la excelente maniobrabilidad de los vehículos autónomos, que son esencialmente drones submarinos, también los hace más eficientes en el escaneo de estructuras montañosas en el fondo del mar.

 

De acuerdo a un video institucional, el barco que se construyó hace cuatro años en Noruega tiene una eslora total de 115,4 metros y una manga de 22 metros. Su calado máximo es de 7,12 metros y la superficie de su cubierta es de 1.300 metros cuadrados. Cuenta con un gran helipuerto y con una potente grúa que puede cargar 250 toneladas con un radio de 12 metros. A su vez, tiene una velocidad de exploración de 1.200 kilómetros por día.

En el buque de Ocean Infinity trabajarán unos 60 tripulantes, que se rotarán y trabajarán en equipos y participarán de la búsqueda. A bordo irán también cuatro veedores designados por los familiares de los 44 tripulantes.

La empresa estadounidense Ocean Infinity fue contratada por resolución del Poder Ejecutivo Nacional para continuar con las tareas de búsqueda del submarino y sólo cobrará 7,5 millones de dólares si logra encontrarlo. Tiene un plazo de hasta 120 días "operativos" para hacerlo. De los cuales no se contarán los días de tormenta ni si regresa al puerto por provisiones.

Ocean Infinity cuenta como antecedente haber participado de los rastrillajes para encontrar al avión desaparecido de Malaysia Airlines, que continúa desaparecido en algún lugar del océano Índico desde 2014. La empresa, con sede en Texas, parece estar dispuesta a cuanta búsqueda marina haya en todo el planeta, con el riesgo económico que eso significa, ya que tiene como lema "no cobrar si no se encuentra el objetivo".

 

Esparcimiento. La nave cuenta con espacios de esparcimiento y camarotes con capacidad para un centenar de personas.

 

La nave de 115 metros de eslora (longitud) dispone de un laboratorio informático de última generación, brazos mecánicos, lanchas rápidas y camarotes con capacidad para un centenar de personas.

Fue construido en 2014 en los astilleros de Bergen, Noruega, donde también tiene su base de operaciones, en tanto que las oficinas de la empresa se encuentran en Texas, Estados Unidos. Navega con la bandera del país escandinavo y su desplazamiento diario representa un costo de algo más de 50 mil dólares.

Esta nueva búsqueda del submarino ARA San Juan implicará periodos de inmersión de 42 horas aproximadamente, recuperación, descarga de la información recabada por los sensores acústicos y magnetómetros y procesamiento e interpretación de datos.

Las áreas de búsqueda definidas por la empresa son coincidentes con las zonas barridas por embarcaciones argentinas con referencia a la última posición estimada del submarino según el último vínculo del sistema de comunicación satelital del 15 de noviembre de 2017.

Ese día el sumergible diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana -en operaciones desde los años 80- desapareció a la altura del Golfo San Jorge cuando navegaba desde Ushuaia, en el extremo sur de Argentina, hacia su base en Mar del Plata situada a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.