La Justicia ya secuestró U$5 millones de dólares en más de 50 allanamientos

 

El operativo para detectar a los agentes de la AFIP dedicados a vender información secreta de los contribuyentes tuvo su punto final ayer en una “emboscada” preparada para que no pudieran escaparse.

 

Luego de casi seis meses de la investigación liderada por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral , a raíz de la denuncia del jefe de la AFIP, Alberto Abad , los acusados fueron convocados por el jefe de auditoría interna, Néstor Sosa, para una “reunión de trabajo”.

 

Fue al mediodía en el edificio central de la AFIP, frente a la Plaza de Mayo. Allí confluyeron los integrantes de esta presunta banda dedicada a hackear datos de los contribuyentes para venderlos a terceros, con el fin de extorsionar y provocar otros delitos, según fuentes que participaron de la investigación.

 

Los detenidos habrían vendido desde 2010 información confidencial a través de la empresa Reportes Online

La intención de Canicoba Corral, de Abad y de la AFI, que colaboró en forma activa, era evitar que los acusados se escaparan o pudieran borrar sus huellas.

 

Los empleados de la AFIP involucrados en la maniobra serían Martín del Cuadro, Waldo Gil Roldán, Alejandro Aducci, Daniel Courmanian y Pablo Degano, informaron fuentes oficiales.

 

La sorpresa para los acusados fue que, apenas entraron al salón, irrumpieron para detenerlos los agentes de la Gendarmería Nacional, que al mismo tiempo asistía a Canicoba en los allanamientos en las dos usinas encargadas de traficar los datos: ADS y Reporte Online.

 

Más allá de la información aportada por estas dependencias oficiales, también fue clave el trabajo de auditoría externa de la consultora Deloitte, contratada por Abad luego de que este escándalo estallara con la publicación de una nota en el diario Página 12 con datos de familiares y amigos del presidente Mauricio Macri que entraron al último blanqueo de capitales.

 

La Justicia ya secuestró U$5 millones de dólares en más de 50 allanamientos

 

Cuando, cerca de fin de año pasado, Abad y Sosa detectaron que esos datos no habían surgido de hackers externos, sino de personal de la AFIP, dejaron que siguieran operando para descubrirlos “in fraganti”.

 

El plan para detenerlos

“Desde que salió lo de Página 12 el año pasado, no dejaron de filtrar datos a empresas, personas importantes y entidades del sistema financiera. No se cuidaron para nada ni bajaron el perfil”, indicó una fuente a LA NACION.

 

Y si bien todos los acusados tienen un rango bajo, tanto Canicoba como Abad buscan detectar si hay algún nexo entre ellos y la gestión kirchnerista liderada por Ricardo Echegaray . Entre otros motivos, “porque operaron desde 2010 sin que nadie entorpeciera sus maniobras”.

 

Además, porque un sector del sindicalismo de la AFIP ligado a la gestión anterior y que cuenta entre sus directivos a Rafael Resnick Brenner (clave en la maniobra de Ciccone ), salió a poner en duda enseguida la veracidad de las acusaciones.

 

Pero hay otra clave para develar en este sentido: uno de los allanamientos importantes de ayer fue en la regional Sur de la AFIP, liderada durante el kirchnerismo por Andrés Vazquez, el funcionario relacionado a los servicios de inteligencia que dirigió el polémico allanamiento a Clarín. Vázquez sigue, en la retaguardia, perteneciendo a las filas de la AFIP.

 

Anoche, Canicoba y Abad respiraron aliviados. El primero, porque al principio pensaba que no iba a poder avanzar en esta causa tan compleja, aunque luego pudo resolverla por la ayuda del Gobierno; el segundo, porque, luego del mal trago de la filtración de Página 12, comenzó a descubrir que la AFIP estaba muy expuesta, al punto tal que los “infieles” podían acceder a todos los mails de la organización.