Argentina cumplió ayer 100 días de cuarentena, y ahora que afronta una importante suba de contagios de coronavirus pondrá a prueba un sistema de salud que lleva más de tres meses mejorando para enfrentar el pico de la pandemia por coronavirus.
Según los datos de las últimas 24 horas se detectaron 2.401 nuevos contagios, para un total de 57.744 desde que llegó la pandemia, de los cuales 1.207 fallecieron.
Uno de los principales objetivos en este tiempo que se tomó el Gobierno fue evitar un colapso en el sistema sanitario, que por ahora se consiguió, y reforzar las camas de cuidados intensivos disponibles, que pasaron de ser 8.521 antes de la llegada de la pandemia a 11.668, un aumento del 35%.
"En este tiempo hicimos una expansión brutal, casi el diría que a lo chino, no es fácil aumentar 3.000 camas, tenemos 35% más de camas en el país que cuando arrancamos, tenemos además los equipos, no es solo tener el respirador, sino equipo de médicos, enfermeras..", señaló el ministro de Salud de la Nación Ginés González García.
Este aumento tuvo un mayor impacto en el sector público, que pasó de tener el 28% del total de camas de terapia intensiva (2.419 camas), al 40% (4.532), mientras que el porcentaje del sector privado pasó del 72% (6.102) al 60 % (6.994).
Para operar estas camas, el país tiene 2.422 médicos terapistas, que cuentan con la ayuda de una red se seguimiento de médicos mayores de 60 años para la supervisión por vía tele medicina.
De las 11.688 camas de terapia intensiva en todo el país, casi 7.000 se encuentran en el ciudad de Buenos Aires y la provincia bonaerense, donde en las últimas semanas se acumulan más del 93,5% de contagiados.
En la provincia de Buenos Aires, hay un total de 25.928 camas, de las cuales 4.964 son de cuidados intensivos, 3.367 de cuidados intermedios y 17.549 de cuidados mínimas, repartidas entre los 77 hospitales públicos y el resto de establecimientos privados.
En la capital, el sistema de salud público cuenta con una red a de 13 hospitales generales de adultos, dos de niños, y centros especializados, y entre ellos suman 6.900 camas, de las cuales 400 son de terapia intensiva -a las que hay que sumar las 1.600 del sistema privado, para un total de 2.000-, 1.500 de cuidados intermedios y 5.000 de cuidados leves.
La ocupación de las camas de terapia intensiva en todo el país es del 48,9%, de los cuales 507 pacientes están internados por coronavirus, mientras que el resto lo está por otro tipo de patología o accidentes. En la zona de mayor transmisión del virus, la ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana (AMBA), la ocupación media es del 53,7 %.
"No hay un tema crítico en el tema de camas que tenemos ociosas, sino que el ritmo evolutivo podría ser que en un tiempo no demasiado largo tuviéramos un problema", agregó González.
Las provincias con mayor nivel de ocupación en terapia intensiva son Santa Fe (67%), Salta (66 extremo está Chubut con (17%).
El número de respiradores, necesarios para las camas de terapia intensiva, aumentó un 38% en el país (2.098 respiradores más para el sistema sanitario y 90 para sanatorios de la seguridad social), y alcanzó las 8.602 unidades. El sector público ganó peso y pasó de tener el 35% de los respiradores (2.158 unidades) al 49% (4.256). Desde un principio el Gobierno apostó por la producción nacional, que según el titular de Sanidad está en condiciones de aportar 300 unidades semanales a través de varias empresas.
Un aporte clave
Parte de la capacidad de cuidados intensivos que el país ganó se concentra en los 12 hospitales modulares que se construyeron desde marzo y que aportan un total de 840 camas de terapia intensiva e internación, 276 respiradores y 24 ventiladores.

