China reducirá las restricciones a la planificación familiar para permitir que todas las parejas puedan tener dos niños luego de décadas de una política estricta de hijo único, anunció ayer el Partido Comunista, medida con la que busca aliviar las restricciones demográficas sobre la economía. La ley de un solo hijo fue introducida en 1979 para evitar que el crecimiento demográfico se saliera de control. En 2013 hubo una reforma que permitía a las parejas en las que uno de los progenitores fuera hijo único podían tener un otro hijo. Expertos consideran que la ley es obsoleta y se le atribuye la menguante fuerza laboral de China. No se dieron detalles sobre la nueva política e implementación.