Una ceremonia inédita se realizará el lunes en el cementerio de Darwin de las Islas Malvinas, que incluirá una oración religiosa y honores militares para rendir homenaje a los caídos argentinos y británicos durante la guerra de 1982, a poco de cumplirse el 36 aniversario del inicio del conflicto.Los protagonistas de la ceremonia serán unos 200 familiares de los 90 soldados argentinos que fueron identificados el año pasado tras un minucioso proceso forense, llevado adelante por el Comité Internacional de la Cruz Roja con participación del Equipo Argentino de Antropología Forense, tras un acuerdo alcanzado entre los gobiernos de Argentina y el Reino Unido.
Desde hace pocos días, las tumbas de esos soldados ya cuentan con su lápida de granito negra con la inscripción de su nombre y apellido, que reemplazó a las que portaban la leyenda “Soldado argentino solo conocido por Dios” que fueron traídas al continente para ser distribuidas entre los museos y recordatorios de Malvinas que existen por todo el país.A bordo de tres aviones, que partirán en la madrugada del lunes desde Ezeiza, madres y padres, hermanos, hijos y sobrinos de los soldados llegarán a la base militar de Mount Pleasant -muchos de ellos por primera vez- y se dirigirán directamente al cementerio -ubicado a unos 80 kilómetros- para participar de la ceremonia.
Sólo podrán llevar un rosario fluorescente y 2 flores blancas de papel para depositar en la tumba de cada ser querido.Estarán acompañados por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj; funcionarios de la embajada británica, el militar inglés que enterró en el 82 a los soldados argentinos, Geoffrey Cardoso; el ex combatiente y titular de la Fundación No Me Olvides, Julio Aro -impulsor de las identificaciones-, así como por médicos y psicólogos.La ceremonia religiosa estará a cargo del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, y también fueron invitados a participar los líderes católico y protestante de las Islas, el padre John Wisdom y el reverendo Nicholas Mercer.
A pedido del Vaticano, viajará especialmente desde el Reino Unido el abad Alan Hugh -administrador apostólico de las Islas-, quien hará un vuelo de casi 20 horas para participar solamente de la ceremonia en Darwin y vuela inmediatamente de regreso.La ceremonia constará de una liturgia de la palabra, donde se leerá una lectura del Evangelio de San Juan, la oración de los fieles donde se rezará por todos los caídos en la guerra (649 argentinos, 255 británicos y 3 isleños), el rito de la comunión y concluirá con una oración a la Virgen de Luján, patrona de la Argentina.En tanto, los honores militares estarán a cargo de la fuerza británica de las islas, que incluirá una reducida guardia de honor -con 6 soldados- y la interpretación por parte de un regimiento escocés integrado por dos gaiteros del denominado “Lamento”.
Los soldados marcharán por el interior del cementerio y, con las armas hacia abajo, adoptarán la postura de “Descansen”, un movimiento para mostrar respeto hacia los caídos.Al término de la ceremonia habrá un discurso de María Fernanda Araujo, presidente de la Comisión de Familiares de caídos en la guerra, y luego se hará entrega de dos “Rosas por la Paz”, una artesanía colectiva iniciada por el orfebre Juan Calos Pallarols, realizada con material bélico de la guerra del ’82 como cápsulas de balas y otros objetos que fueron encontrado diseminado por los campos de batalla.Una de las rosas será entregada por Cardoso y quedará instalada en Darwin. mientras que la otra será entregada por Araujo a una autoridad de las islas para que sea colocada en el cementerio británico de San Carlos, donde están enterrados los soldados ingleses.Por afuera del cementerio se montarán carpas y cerramientos con vallado, donde se distribuirán refrigerios, además de baños químicos y asientos teniendo en cuenta que gran parte de los familiares son adultos mayores.
El contingente total será de 248 argentinos -el máximo permitido para ingresar a las islas ya que representa el 10 por ciento del total de su población- integrado también un reducido grupo de representantes de la prensa -entre los que se encuentra Télam- y miembros de la Corporación América -dueña de Aeropuertos Argentina 2000- de Eduardo Eurnekian, quien cubre todos los gastos de la visita.La detallada planificación y organización del viaje -que demandó una logística compleja- comenzó a gestarse en febrero, luego de que terminara el proceso de informar a las familias sobre los resultados de las muestras de ADN, que arrojaron 90 casos positivos.La organización estuvo a cargo de la secretaría de Derechos Humanos y la Cancillería argentina, el gobierno de las Islas, la Comisión de Familiares, la Corporación América y la embajada británica.