Ciudades de la Patagonia argentina permanecían ayer en alerta por la actividad del volcán chileno Calbuco y ante la posibilidad de una nueva erupción, mientras la lluvia de cenizas afectó clases, vuelos y tránsito en caminos de la región, donde trabaja un comité de emergencia.
El Servicio Nacional de Geología y Minas de Chile (Sernageomín) decretó ‘alerta roja‘ a raíz de las dos erupciones violentas y sorpresivas que tuvo el macizo después de 43 años de inactividad y advirtió que se teme un tercer proceso eruptivo. Se han contabilizado 140 eventos en un período de 2 horas, aunque todavía sigue el enjambre sísmico.
Ante la amenaza de una nueva erupción del volcán chileno el director de Defensa Civil de Bariloche, Pablo Cavalli, dijo a medios locales que ‘es muy difícil saber cuándo se producirá. No se estimó la erupción del volcán ni tampoco cuándo van a cesar las cenizas‘. En tanto, los ministros Cecilia Rodríguez, de Seguridad, y Daniel Gollan, de Salud, llegaron a Bariloche para colaborar con el comité de emergencia que el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, montó en esa ciudad, una de las más afectadas.
Los funcionarios nacionales llevaron recursos humanos y logísticos, además de elementos médicos para asistir a las personas que sufran los efectos de la lluvia de cenizas volcánicas.
El Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas Buenos Aires informó en la tarde de ayer que la dispersión de ceniza provocada por el volcán Calbuco llegó a las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut, y advirtió que en las próximas 24 horas -a partir de hoy- puede extenderse a La Pampa y Mendoza.
La nube de cenizas dejó ayer a ‘oscuras‘ ciudades patagónicas, entre ellas Bariloche, San Martín de los Andes y Villa la Angostura, donde la lluvia de partículas volcánicas provocó dificultad para respirar e irritación en los ojos a los vecinos de la zona.
‘La ceniza genera un ardor muy fuerte en los ojos y la garganta‘, dijo un vecino de Bariloche, y agregó: ‘Cada vez cuesta más respirar. No se ve nada. Acá sigue cayendo ceniza y parece de noche‘.
La lluvia de cenizas volcánicas obligó a las autoridades a suspender las clases y montar un operativo especial de seguridad y de asistencia sanitaria en las ciudades afectadas. En este sentido, sugirieron a los vecinos movilizarse lo mínimo indispensable y utilizar barbijos, pañuelos húmedos y antiparras para contrarrestar el efecto de las cenizas volcánicas, que complican respirar, abrir los ojos y ver.
Asimismo, pidieron a la población no circular por calles y rutas porque la visibilidad es casi nula, y se cancelaron los vuelos desde y hacia Bariloche, San Martín de los Andes y Neuquén.
La intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, solicitó también el cierre de los bancos y pidió racionalizar el agua, los comestibles, la nafta y la electricidad, además de reclamar a los comerciantes que no haya aumentos desmedidos de precios.
Del lado chileno, la columna de humo del volcán alcanzó más temprano el jueves unos 15 km de altura, con dirección hacia el noreste, acompañada de una moderada lluvia de cenizas que llevó a decretar alerta sanitaria en las zonas más aledañas y a repartir miles de mascarillas a la población.
Una densa capa de ceniza y piedrecillas cubría las calles de pueblos cercanos, mientras que reportes de radioemisoras locales mencionaron el desborde de ríos en algunas zonas.

