Con el tono pausado y el carácter templado que lo caracteriza, el juez federal de Rawson, Gustavo Lleral, ratificó en una entrevista con Infobae cada una de las afirmaciones que volcó en el suculento fallo de 263 fojas con el que cerró la instrucción por la muerte de Santiago Maldonado. Allí, tras ponderar un sinnúmero de pruebas durante 16 meses de minuciosa pesquisa, afirmó haber arribado a la "verdad real": el joven anarquista se ahogó en soledad, exactamente dos años atrás, sin que ningún miembro de la Gendarmería Nacional hubiera provocado su trágica muerte.

El magistrado repitió una y otra vez que trabajó con absoluta imparcialidad, conforme a derecho y que en ningún momento recibió presiones para clausurar la instrucción.

Justificó también cada una de las medidas de prueba a las que no hizo lugar y dijo que los cuestionamientos y muchas de las hipótesis alrededor de la muerte de Maldonado responden a intereses.

"Yo ya he tomado una decisión con absoluta imparcialidad, con la total certeza que requería el caso a mi saber y entender y estoy convencido de lo que resolví. Ahora ese fallo está en manos de la Cámara de Comodoro Rivadavia, que es la que debe resolver", señaló el magistrado.

 

La familia Maldonado exige la reapertura de la causa, entre otros argumentos, alegando que usted rechazó medidas de prueba como la de peritar los billetes que Santiago Maldonado tenía al momento de su muerte. En la opinión de la familia, el estado de conservación de ese dinero les permitiría probar que el cuerpo no pudo haber permanecido 78 días sumergido. ¿Existió una solicitud puntual señalando específicamente peritar esos billetes?

 

–No, no la hubo. El único pedido de la abogada Verónica Heredia y de Sergio Maldonado fue uno general en relación a todos los efectos personales que tenía Santiago Maldonado al momento de su muerte, que eran muchos, como preservativos, una tonfa retráctil y otras pertenencias. Con ese criterio también estaba para peritar la ropa de Santiago, que en la autopsia se determinó que no presentaba ningún signo de arrastre, roturas, desgarros, sujeción o manchas de interés médico legal. La autopsia, con la junta de peritos que se hizo, fue tan determinante y categórica en las conclusiones que tampoco hubo objeciones por parte del perito de parte de la familia. Ninguno cuestionó nada ni planteó nada. Luego, sobre el DNI se le hizo lugar, con el resultado que conocemos. Culminado aquel peritaje del DNI, consideré que ya era suficiente. Entiendo que el pedido de someter puntualmente a pericia los billetes, se hizo a través de los medios de comunicación y no en el expediente. De la misma manera, ha habido muchas hipótesis lanzadas al aire que no fueron planteadas en la causa.

 

¿Por qué se consideró que bastaba con que se sometiera a prueba el DNI?

 

-Porque en 16 meses de investigación hubo un cúmulo categórico de pruebas concluyentes, coronadas por la autopsia y las conclusiones emanadas de la junta de expertos, entre los que hubo peritos de todas las partes. Los elementos personales de Santiago Maldonado hallados entre su ropa, como dije, eran muchos. A partir de ahí, se seleccionó el que por su buen estado de conservación suscitaba las mayores dudas de la familia. El juzgado se abocó a buscar a los organismos idóneos, capacitados científicamente, para efectuar esa pericia en el país. Así se determinó que el INTI era el lugar adecuado para hacer esa pericia y se le dio oportunidad a todas las partes para que también pusieran peritos de parte. Al disponerse eso, la querella de los Maldonado pidió que la medida de prueba se dejara sin efecto porque entendió que el INTI era un organismo que enfrentaba un conflicto laboral en ese momento. Se cuestionó también que no iba a haber seguridad para resguardar el DNI en ese lugar. No se le hizo lugar a ese planteo y se dispuso la custodia necesaria. De hecho, la abogada y Sergio Maldonado estuvieron presentes durante las primeras actividades periciales. Y el resultado también fue concluyente: sumergido durante 78 días en condiciones similares a las del río Chubut, el documento no se degradó.

 

Otro de los rechazos que cuestiona la familia es el que no hubiera permitido que un equipo de investigadores foráneos, imparcial e independiente participara del proceso.

 

-No hice lugar a ese pedido y lo manifesté claramente en mi resolución. Allí dije que en nuestro país están claramente establecidas las instituciones para dar respuesta a las demandas de justicia tanto en este caso como en cualquier otro. Acá hubo una actuación totalmente imparcial, ajustada a derecho y se trabajó sin presiones y con total honestidad. Esa misma resolución fue apelada por los Maldonado y la Cámara de Comodoro Rivadavia confirmó mi planteo. Luego fue a la Cámara de Casación Penal, que les denegó el recurso y finalmente llegó a la Corte Suprema por recurso de queja, que también la rechazó. Así esa discusión quedó firme.

 

De todas maneras, en el ordenamiento jurídico argentino, la intervención de otro tipo de organismo, ¿no supone una injerencia foránea dentro del Poder Judicial?

 

-Bueno, para eso habría que crear otro órgano que se encargue de evaluar los dictámenes de un organismo que no está regulado dentro de las instituciones argentinas. Y ese es un tema más complejo.

 

Ese sigue siendo uno los argumentos principales junto con la ausencia de otras medidas de prueba mediante los cuales la familia cuestiona la actuación judicial…

 

-Respecto de la prueba que se concede o no, el juez de instrucción tiene la facultad de rechazar la producción de una prueba determinada, ya que el magistrado es quien decide lo que es útil y pertinente. Así se rechazaron medidas de prueba que no tenían ningún objeto a mi leal saber y entender. También hubo planteos y rechazos de varias de las partes que intervinieron en el proceso.  Al Ministerio de Seguridad lo aparté del Habeas corpus. Venía teniendo una participación activa cuando era la fuerza requerida y debía estar a disposición del magistrado. Y así también rechacé otras medidas de prueba que impulsaron el resto de las partes querellantes por considerarlas inconducentes o redundantes. Como magistrado, tuve un diálogo con todas las partes, y cuando hubo que poner orden en el proceso se lo puso. Por lo tanto, hay muchos planteos que fueron denegados. Yo he tomado una decisión con absoluta imparcialidad, con total convicción y certeza sobre lo que resolví. Ahora ese fallo está siendo revisado por la Cámara de Comodoro Rivadavia que deberá expedirse y revisar los planteos.

 

La familia insiste en que el lugar donde apareció Santiago había sido rastrillado en total tres veces. ¿Esto es así?

 

-Por ese lugar los buzos pasaron previamente, en forma de zigzag, solo una vez, el 5 de agosto. Y yo no puedo asegurar cuán exhaustivo resultó aquel rastrillaje. Luego yo ordené un nuevo rastrillaje río arriba, aproximadamente 1000 metros antes desde el punto donde se había buscado la primera vez.

 

Respecto de la geolocalización de los celulares de los gendarmes dentro del Puh Lof, ¿se realizó esa pericia? Y en caso afirmativo, ¿qué arrojó?

 

-Sí, se realizó. Se mandaron a analizar los teléfonos por parte de la División de Tecnología de la Policía Federal pero no se obtuvieron resultados. Eso se debió a que en el lugar no existe señal de celular y, en consecuencia, no se pudieron determinar las posiciones de los miembros de las fuerzas de seguridad.

 

En relación a la reconstrucción del hecho el 1 de agosto, ¿por qué no se llevó a cabo?

 

-El resto de las pruebas indicaron con precisión la verdad real sobre lo sucedido aquel día, como quedó consignado en el fallo. La verdad es que no recuerdo un pedido concreto en ese sentido por parte de las querellas, pero si no se hizo lugar fue porque la prueba era contundente y no tenía sentido realizarla. Además de lo complejo que hubiese sido, atento al elevado nivel de conflictividad que había en ese momento. Atender los intereses ahí en juego resultó muy trabajoso por el altísimo grado de conflictividad con la gente que ocupa el predio. Esa era una prueba de muy difícil realización. En ese momento, las pruebas que se adoptaron fueron las pertinentes y las más adecuadas para lograr la verdad, que es lo que se obtuvo.

 

Sobre los restos de polen en la ropa de Maldonado que estudió una palinóloga y que luego dio lugar a la hipótesis de que el cuerpo había sido plantado por las fuerzas de seguridad, ¿por qué desestimó ese punto?

 

-Eso lo dejé reflejado en la resolución: esa opinión fue sacada totalmente de contexto en relación al resto de la prueba, que la experta no había tenido en cuenta. Frente a eso, yo no podía tener en cuenta los resultados a los que había arrimado.

 

¿Considera que hay alguna otra pericia que reste hacerse que pudiera contradecir los resultados a los que arribó en su fallo?

 

-No la hay y lo afirmo con absoluta certeza. Entiendo que la investigación estuvo completa y eso lo dejé plasmado. Aventurar hipótesis de cualquier tipo, cualquiera puede hacerlo. Ahora, que esas hipótesis estén respaldadas por las pruebas producidas, la verdad es que eso se aleja de todo lo que consta en el expediente.

 

-Justamente, ¿qué opinión tiene frente a esa hipótesis de que el cuerpo fue plantado, como sostienen la familia y el CELS en sus apelaciones?

 

-También lo dejé asentado en la resolución: es imposible sostener eso de acuerdo a la prueba que se colectó en la causa. Y eso se contestó a través de todo el material probatorio que obra en el expediente.

 

-¿Qué piensa sobre las marchas convocadas para hoy en gran parte del país para que se reabra la causa?

 

-No tengo opinión. Cada uno puede manifestarse.

 

-Usted tuvo de entrada una muy buena relación con la familia y hoy es blanco de críticas feroces que lo acusan de ser servil al Ministerio de Seguridad. ¿Tiene algo para decir sobre eso?

 

-No, nada, son opiniones que no comparto. En su momento estuve desconcertado con la actitud de la familia. Pero mi actuación ha sido absolutamente imparcial. No he recibido ningún tipo de presión para tomar una decisión, como no me pasa en ningún caso y mi decisión ha respetado la jurisprudencia y la independencia que marca la Constitución y que tiene cada juez cuando asume un caso.

 

-La madre de Santiago dijo que usted le había trasmitido que recibió presiones para cerrar la causa. ¿A qué atribuye esa declaración?

 

-Yo no he recibido, repito, ningún tipo de presión. Yo he atendido y hablado con los familiares de la víctima como corresponde y manda la ley y lo he hecho frente a mis secretarios y en ningún momento expresé que hubiera sido presionado ni nada por el estilo.

 

-¿Usted considera que tras la revisión del fallo pueda surgir algún tipo de responsabilidad penal por parte de los gendarmes que actuaron en el operativo?

 

-No, yo dejé asentado en la resolución cuál fue esa actuación en la que no se verificó ninguna responsabilidad en relación con la desaparición que se le endilgaba a la Gendarmería.

 

-¿Qué opinión tiene sobre los cuestionamientos presentados ante la CIDH por parte de la familia?

 

-No puedo manifestar ninguna opinión al respecto. Pero son facultades que responden a los intereses particulares. Son presentaciones que se hacen y forman parte de la estructura de nuestro ordenamiento jurídico, que posibilita estos planteos y respeto esas facultades.

 

¿Cómo repercute en su fuero personal, y como magistrado que estuvo abocado durante varios meses de manera exclusiva a esta causa, que su desempeño sea tan severamente cuestionado por la familia Maldonado?

 

-Yo llevé adelante mi trabajo con total responsabilidad. Obviamente uno está expuesto a las críticas y las diferentes opiniones de la ciudadanía. Entiendo que cada uno habla desde el lugar de sus intereses. En lo personal, no hay una afectación; forma parte del juego y del trabajo del magistrado. Uno impone su trabajo realizado a conciencia y, bueno, otro puede no estar de acuerdo. Eso forma parte de la función judicial.

 

-¿Por qué cree que un sector continúa insistiendo en que Santiago Maldonado fue capturado por la Gendarmería y víctima de una desaparición forzada?

 

-No lo sé. Yo hablo desde la investigación exhaustiva del caso y de las conclusiones a las que llegué.

 

-¿Observa alguna finalidad política en esa insistencia?

 

-Como le dije, cada uno puede opinar en base a sus intereses.

 

-¿La causa Maldonado es la más importante que ha tenido en su vida judicial?

 

-Todas las causas son importantes, pero esta, sin dudas, me ha marcado porque he estado abocado exclusivamente a dilucidarla y ha sido una de las más importantes que he tenido entre manos. Ha sido un desafío importante en lo personal y un trabajo minucioso, acompañado por un grupo de personas comprometidas con la aplicación de la ley.