El Equipo Fiscal Especial (EFE) que investiga la desaparición y el presunto femicidio de Cecilia Strzyzowski pidió hoy la prisión preventiva para los siete detenidos por el caso: César Sena y sus padres Emerenciano Sena y Marcela Acuña —acusados de ser coautores del delito de homicidio agravado—, y los cuatro asistentes del matrimonio de piqueteros, imputados por “encubrimiento agravado”.
Así lo dieron a conocer este jueves los fiscales Jorge Gómez, Jorge Cáceres Olivera y Nelia Velázquez en una conferencia de prensa en la que estuvieron acompañados de Hugo Miguel Fonteina, procurador general adjunto de Chaco.
“Hemos decidido, ante la gravedad del hecho, del entorpecimiento de la investigación y de las maniobras para eliminar rastros probatorios, que no es procedente la libertad de los mismos”, dijo Cáceres Olivera al tomar la palabra.
Ante la prensa, los investigadores dieron datos de la teoría del caso, hablaron del hallazgo del cráneo de una persona adulta en el río Tragadero y de que el cuerpo de Cecilia fue sacado de la casa de los Sena envuelto en una frazada marrón.
El fiscal Gómez contó: “Cecilia ingresó a esa casa a las 9.16 y no salió por sus propios medios. Ella creía que iba a viajar a Usuhaia y se despidió de su familia, les contó que tenía miedo de viajar en avión. Su última búsqueda fue cómo armar la valija, qué se puede llevar, dónde comprar chocolate en Buenos Aires y dónde tomar el mejor café. Ella, no solo creía en esa historia del viaje, sino que estaba ilusionada. Pero nunca se compraron los pasajes”.
Gómez fue muy claro cuando contó que el día que mataron a Cecilia, a las 18 horas, de esa casa “salieron con bolsas de residuo en una actitud muy sospechosa”. Y agregó un detalle macabro: “Debajo de esa bolsa de residuo estaría el cuerpo de envuelto en una frazada de color marrón”.
Para los fiscales que están al mando del expediente, Cecilia fue asesinada entre las 12.16 y las 13.01 del jueves 2 de junio pasado: o sea, en una franja de 45 minutos. Desde ya que ese margen horario no es antojadizo. Surge del análisis de las cámaras de seguridad, las antenas del celular y de los testimonios.
Como detalló el fiscal, ese fatídico día, Cecilia ingresó a la casa de los Sena unos minutos después de las 9: fue registrada por una cámara de seguridad. Las filmaciones también permitieron establecer que César entró a las 11.41. En la casa estaba Cecilia. Estuvieron en soledad hasta las 12.16, cuando entraron Emerenciano Sena y Marcela Acuña. No hubo más movimientos hasta las 13.01, cuando sale el hijo del matrimonio solo.
Datos clave: a las 11.41 César ingresa a la propiedad con su celular, según las pericias. Sin embargo, a las 13.01, cuando sale, lo hace también con el teléfono de Cecilia. Los fiscales creen que para ese momento la víctima ya había sido asesinada.
De esto surge una pregunta desde la lógica: ¿por qué no pensar que César asesinó a su novia entre las 11.41 y las 12.16, previo a la llegada de sus padres? Lo responde una alta fuente de la investigación: “Creemos que, como existía un plan, para llevarlo a cabo tenían que estar los tres. Por eso, entendemos que se dio entre 12.16 y 13.01, cuando estaban en la casa solos los Sena y Cecilia”.
La hipótesis principal que se maneja es que a Cecilia la engañaron con el viaje a Ushuaia por una falsa oferta laboral. Es que no hubo una propuesta de trabajo ni compra de pasajes. La joven había buscado en Google días antes de su muerte “cómo armar una valija” y “qué se puede llevar en un vuelo”, entre otras cosas.
Cesar se aprovechó —creen los investigadores— “de la relación desigual de poder y dependencia económica en la que se encontraba sometida Cecilia”. “A fin de ejecutar el plan, la engañaron manifestándole que viajaría con César a la ciudad de Ushuaia, bajo la promesa de que contarían con vivienda y 3 trabajo”, se agrega en el requerimiento a prisión preventiva.
Siguiendo la reconstrucción de los hechos, a las 16.58 del mismo día se hizo presente en el lugar Gustavo Obregón, mientras que a las 17.12 lo hizo Fabiana González. Para los fiscales, ambos ingresaron a la vivienda con el objetivo “de colaborar con la tarea de hacer desaparecer rastros y/o pruebas de la escena del hecho”.
Seguidamente, a las 19.27, César Sena y Gustavo Obregón cargaron el cuerpo de Cecilia en la cajuela de una camioneta, para luego dirigirse hacia Campo Rossi, ubicado en zona rural de la localidad de Puerto Tirol, donde con la colaboración de Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, cuidadores del predio, “procedieron a incinerar el cuerpo, con el fin de hacer desaparecer los restos del mismo”.
“Este hecho macabro, como lo señaló el doctor Gómez, marca un antes y un después en Chaco, porque ustedes están tan asombrados como nosotros para, primero, hacer desaparecer a Cecilia, de lo macabro que fue este hecho para hacer desaparecer las pruebas y de lo macabro que fue con la aparición de numerosos actores que pretendieron desviar la investigación, es por eso que marca un antes y un después”, consideró Fonteina en la conferencia de prensa de este jueves.
Ante la pregunta de quién la mató, el fiscal Cáceres Olivera primero dijo: “No lo vamos a poder saber, pero sí una reconstrucción lo más precisa y certera”. Y, entonces, detalló: “Tenemos entendido que hubo una premeditación entre los padres de César Sena, conjuntamente con César, para dar muerte a Cecilia. Si bien el cómo murió Cecilia no ha sido determinado, esperábamos que el equipo de antropólogos nos dé una pista pero no se ha podido establecer esa información”.
Remarcó el fiscal que faltan pruebas por producirse y esperan “ansiosos” que surja algún dato que les ayude a completar esa información. “Sabemos todo lo que pasó afuera de la casa, y lo que está dentro de la casa, siendo de conocimiento de los tres imputados, hay circunstancias que no las vamos a poder conocer, pero es nuestra misión conocer la verdad”.