Las imágenes de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán volvieron a hacerse públicas en los últimos días al conocerse que los dos policías condenados a prisión perpetua por sus crímenes, Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta, gozan de un régimen de detención muy cercano a la libertad.
Aquellos hechos, de los que hoy se conmemoran diez años, provocaron el adelantamiento de las elecciones generales por el entonces presidente Eduardo Duhalde tras la caída de Fernando de la Rúa en plena crisis de diciembre de 2001.
Santillán, de 21 años, y Kosteki, de 24, fueron asesinados a balazos el 26 de junio de 2002 durante una represión de la Policía Bonaerense, cuando los dirigentes cortaban el tránsito hacia el puente Pueyrredón en reclamo de planes sociales.
El jueves, Fanchiotti fue trasladado a la Unidad Penal 11 de Baradero, donde gozará de un régimen de detención semi-abierto porque su sentencia no está firme. Ese beneficio también le fue otorgado a Acosta, quien fue trasladado a un penal de similares características tras una decisión de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora. Organizaciones sociales iniciaron una vigilia en el puente Pueyrredón para conmemorar el martes el aniversario del asesinato, con un acto frente a la estación ferroviaria de Avellaneda.
