Minutos antes de que se iniciara la sesión especial en la Cámara de Diputados, militantes de izquierda comenzaron a atacar con piedrazos y palos a los efectivos de la Policía de la Ciudad que fueron asignados para custodiar el Congreso de la Nación.
Fuentes de la fuerza informaron que trasladaron al menos a 77 efectivos con heridas de distinta gravedad. La mayoría fueron hospitalizados con traumatismos varios y problemas en la visión.
Los efectivos heridos tienen lesiones de “distinta consideración, traumatismos oculares, politratumatismos y traumatismos de cráneo”, según informó el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, que además informó que 29 fueron trasladados al Hospital Churruca “por traumatismos e hipotensión”; 14 al Hospital Penna “por traumatismos y convulsiones”; 13 al Hospital Santa Lucía “por traumatismos de ojo”; 9 al Hospital Durand “por traumatismos”; 7 al Hospital Argerich “por traumatismos leves y dificultad respiratoria”; 7 al Hospital Ramos Mejía “por traumatismos e hipotensión”; y 2 al Hospital Rivadavia “por lipotimia”.
Por otro lado, el SAME informó que fueron atendidas más de 100 personas, entre las que se encuentran “personas mayores de edad y agentes policiales”.
El ministerio además informó que “un total de 8 civiles fueron trasladados a los mencionados centros de atención”, y que unas 60 personas fueron detenidas.
En un principio, la guardia de Infantería se limitó a formar una línea de contención y a responder con cartuchos de pintura, similares a los que se utilizan en el paintball. Esta mañana, una jueza fijó un protocolo y prohibió que la Policía portara armas reglamentarias. Además precisó que sólo se podrán emplear balas de gomas en caso de extrema necesidad.
Pese a que la Policía no respondió de forma violenta, militantes encapuchados continuaron avanzando hacia el Congreso con una violencia inusitada. Muchos de ellos utilizaron restos de veredas que minutos antes habían roto con el objetivo de recolectar sus propias municiones. Se incautaron elementos caseros de todo tipo: bombas, gomeras y bolitas, tuercas y armas tumberas.
Como consecuencia de la batalla campal que se produjo en la vía pública, el kirchnerismo pidió un cuarto intermedio de cinco minutos para evaluar la situación. El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, aceptó que se vote el pedido pero le pidió a los presidentes de bloque a que se comprometan a que sus legisladores no se retiren del recinto.
Fuentes judiciales informaron que hay varias personas demoradas -no detenidas- como consecuencia de los incidentes.